Los países el mundo no cejan ni un momento, pues ni siquiera por tratarse de una emergencia sanitaria se reduce la rivalidad de las regiones del mundo en disputa desde antes de las culturas de los pueblos primitivos. Y similar a la carrera armamentista la pelea por ser los numero uno en la producción de la mágica vacuna que frenaría al coronavirus se ha viralizado.
Pareciera que cualquier motivo es suficiente para intensificar la competencia, aunque es también una forma de que en los mercados haya un grado de competitividad, pero de acuerdo con el antecedente nocivo de la competencia se advierte una degradación de la productividad del mundo moderno.
Así los principales aliados de la era moderna han presentado sus respectivas vacunas con las que buscan firmeza en sus metas de conservar el control del mundo y manipular el comportamiento del mercado de los medicamentos.
El motivo es la salud, un valor en el que la población mundial invierte de manera privada en las últimas dos décadas, aunque en los años anteriores había inversiones en ese sentido, pero ni siquiera los inversionistas privados de la salud tuvieron la visión y la capacidad de construir un modelo para atender una pandemia de esta dimensión. A pesar de que un siglo antes una pandemia similar se presentó en 1918.
Lo interesante es visualizar que sigue después de la disputa por la creación de una vacuna eficiente pero sobre todo que no tenga consecuencia nocivas, no obstante que en el fondo se busca lo mismo, reducir la población en el mundo.
De manera que la eficiencia de las vacunas dependerán de ese perverso fin, es decir todas buscan controlar el Covid-19 y de las misma se advierte que contienen un amplio periodo de otros riegos, quizá por ello cuando aún no se aplican las primeras dosis y ya se habla de nuevos virus.
De manera que pareciera que la población esta en un callejón sin salida, donde lo mismo da fallecer por el Covid-19 que por otros tipos de covid. El asunto parece más claro desde esta perspectiva. Sin pasar por alto que vivimos tiempos apocalípticos, desde la literatura que invade a los lectores, hasta los contenidos del cine, y los últimos modelos de exterminio, en el cual se especializó el siglo 20.
En el orden de la academia la Universidad Autónoma de Tamaulipas, imparte temas e inclusión social y calidad de vida en el ultimo tramo de la vida de las personas, como es la vejez. En este sentido, la Unidad Académica Multidisciplinaria Mante celebra un Congreso.
El tema se expuso en el programa de conferencias del Primer Webinar Internacional denominado “Humanismo y ciencia al servicio del adulto mayor en esta nueva normalidad”; a cargo de la ponente invitada, Dra. María Andrea Roldán, Geriatra y Gerontóloga de Guatemala.
Durante su conferencia abordó los conceptos de inclusión social, la evaluación integral, la respuesta integral en salud, resiliencia, reminiscencia y trascendencia así como ejemplos de vida.
Subrayó que para hacer del envejecimiento una experiencia positiva, la vida de las personas debe ir acompañada de oportunidades continuas de salud, participación y seguridad.