Hay acontecimientos en la vida que emocionalmente pareciera que nos llegan directamente al espÃritu, porque su efecto en nuestro ser es tan rápido, que nos da la impresión de que no hacen escala en nuestro cerebro para analizar su contenido y asà poder dar una respuesta especÃfica, para que nuestro cuerpo reaccione de manera adecuada. Desde luego que estos conceptos, seguramente riñen con el conocimiento que surge de la ciencia, que por cierto, avanza a una velocidad sorprendente y seguirá encontrando evidencias para dar sustento a muchas de las teorÃas que existen sobre nuestro origen y nuestro comportamiento.
Para un escritor, es imprescindible utilizar figuras como la metáfora, sobre todo, cuando se expresa en un lenguaje poético. Un escritor que exhibe una tendencia a liberar la voz que emana del espÃritu, encuentra, una vÃa de comunicación más directa con su origen, y en la poesÃa, el lenguaje que por excelencia agrada al Creador.
He conocido personas que tienen una sensibilidad extraordinaria, y son por ello excelentes receptores de una comunicación que suele ser imperceptible para la mayorÃa de la gente; en ellos, todos sus sentidos están en armonÃa con el medio interno y externo, su cuerpo mismo es una antena capaz de detectar señales que le pueden advertir sobre el efecto nocivo de muchos elementos que contaminan el ambiente, asà como de futuros fenómenos que igualmente evidencian la pérdida de la estabilidad en el entorno.
Lo anterior escrito, pareciera no tener una correlación con la idea que deseamos expresar en el presente artÃculo, porque aparece como eslabones sueltos de una cadena de comunicación, que por no estar unidos, no acaba de darnos un mensaje claro, pero, precisamente lo utilizo como un ejemplo de lo acostumbrados que estamos a recibir información muy detallada para comprender lo que se nos quiere hacer saber, evitando asà que nuestro sistema nervioso central, utilice otras vÃas para discernir el mensaje.
Siento que uno de los grandes vicios en la educación, es el hecho de utilizar sistemas estandarizados, que inevitablemente condicionan el establecimiento de un estado rÃgido del pensamiento; da la impresión, de que el Estado, deseara que hubiese sólo un tipo de mexicano, con la finalidad de darle funcionalidad al sistema de gobierno.
Al parecer, siguen existiendo grupos de poder, cuya ideologÃa se interesa en desvincular la participación del espÃritu en la formación integral del conocimiento y eso no nos permite transcender a otros planos.
La fe es un elemento fundamental en la búsqueda de la verdad, Jesucristo es el mejor maestro para allegarnos ese valioso conocimiento.
Muchas personas, en algún momento de su vida se han preguntado: ¿Qué me pasa, por qué estoy tan sensible? ¿Por qué lloro al percibir el más mÃnimo estÃmulo de amor? ¿Por qué me hace vibrar tanto esa melodÃa?, Al tocarme esa persona sentà algo indescriptible. Sus palabras me llegaron al alma. Al ver sus ojos me invadió una paz interior como nunca habÃa sentido. Sin saber por qué, a su paso me arrodillé y lloré como un niño. ¡Algo maravilloso está ocurriendo, mi habitación se impregnó de un exquisito olor a rosas! ¡Sin saber por qué, mi pensamiento se siente ligado a una fuerza que me inspira a decir o a escribir lo que mi espÃritu me dicta!
Cuántas preguntas y cuántos testimonios de acontecimientos que no tienen explicación habrá en el mundo, pero la mayorÃa pasan desapercibidos, precisamente por no poder tener un sustento cientÃfico comprobable.
Hoy, el artÃculo tomó un rumbo diferente al que algunos de mis amables lectores esperaban, espero no haberlos defraudado, espero no haberlos confundido, sólo espero haberles abierto una ventana en la vida, donde puedan darse la oportunidad de asomarse para ver que nos faltan muchas cosas por aprender.
Dios bendiga a sus familias y todos los domingos familiares.
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