“No hay ya un santo sobre la tierra; no se hallará un justo entre los hombres; cada uno pone asechanza a la vida del otro; cada cual anda a caza de sus hermanos para quitarles la vida. Al mal que ellos hacen le dan el nombre de bien. El príncipe demanda contra el pobre, y el juez está siempre dispuesto a satisfacerlo. El poderoso manifiesta con descaro lo que codicia su alma: tiene la tierra llena de desorden. El mejor de ellos es como cambrón; el más justo es como espino de cercas. Llega el día en que tú has de tomarles residencia: ahora van a ser ellos destruidos.” (Miqueas 7:2-4)
Lava Señor mis culpas, perdona mis ofensas, mírame con misericordia, porque no soy perfecto y por no serlo, no podría juzgar ni con la más sutil ligereza a mi prójimo, sea cual fuere su culpa, fuera esta mayor o menor que la mía. No soy pobre, no soy rico, simplemente soy, y vivo en la esperanza de ser de tu agrado, de dejarme guiar por tu palabra, por la luz de tu sabiduría para no tropezar por el camino. ¿Cuál es, pues, nuestra lucha ciega? estamos sordos a tu palabra, pero oímos esto o aquello, de las injusticias, de la maldad, del robo, de la violencia, y mi espíritu siendo tuyo, se niega a recibir las impurezas, porque siendo ciertas o siendo falsas, envenenan mi alma, porque para mí no hay mayor riqueza que la de luchar por tu amor, por la justicia y la verdadera paz que nos ofreces.
¿Por qué he de odiar a mi hermano como otros quisieran? ¿Por qué desearle toda clase de mal? ¿Por qué he de pedir su desgracia, si sé que en nada me beneficia la venganza? En nada me favorecería seguir a los que nos conducen hacia el abismo.
Hoy más que nunca necesitamos estar unidos, debemos dejar de fomentar las diferencias con discursos encendidos, mantengamos la paz, la armonía en el seno de nuestras familias.
Señor, envía tu Espíritu Santo, para que nos guíe por el mejor camino y nos auxilie a tomar las mejores decisiones, para que la paz reine en nuestros corazones y con ello en nuestra amada patria.
Dios bendiga a nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
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