“No andéis, pues, acongojados por el día de mañana; que el día de mañana harto cuidado traerá por sí; bástele ya a cada día su propio afán o tarea.” (Mt 6:34)
La vida sigue, noticias van y vienen, y el ser humano siempre estará más pendiente de las malas noticias que de las buenas, en nuestro país pasamos, de temerle a la inseguridad a temerle más al COVID-19, al menos temporalmente, y pareciera que esa es la intensión de quienes siempre tienen un interés personal o de grupo en generar crisis, para probar nuestras fortalezas, y ver hasta dónde nos llevan nuestras debilidades; en estos momentos, muchos se preguntarán quién, o quiénes son los culpables de originar algo que nos parece que no es un producto primario de la
naturaleza, de todas formas, la responsabilidad recae en la raza humana; entonces muchos habrán de sufrir por el impacto del miedo, cómo ya existen muchos antecedentes en la historia del mundo.
Si deseamos ver a fondo las debilidades del hombre, hazle sentir miedo, un ser humano con miedo habrá de mostrarse tal cual es; nadie con miedo es más misericordioso, por el contrario, exhibirá su egoísmo con mayor
fluidez, de ahí que, nadie que en este momento tenga miedo, podrá contribuir a frenar cualquier amenaza, sólo unidos podremos vencer al enemigo; el hombre con miedo pierde pronto la libertad.
Sólo a Dios podría confiarle mi vida en momentos de enfrentar cualquier peligro; el llamado a la calma y la prudencia debe de sentirse en el corazón, quien sólo oye y corre a esconderse, en su carrera habrá de atropellar a los
demás.
“Pero por eso no les tengáis miedo: porque nada esta encubierto que no se haya de descubrir, ni oculto que no se haya de saber. Lo que os digo de noche, decidlo a la luz del día; y lo que os digo al oído, predicadlo desde los terrados. Nada temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma: temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo al infierno. ¿No es así que dos pájaros se venden por un cuarto, y no obstante, ni uno de ellos caerá en tierra sin que lo disponga vuestro Padre? Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No tenéis, pues, que temer; valéis vosotros más que muchos pájaros. (Mt 10:26-31)
Es este tiempo de creer en Jesucristo como nuestro único Dios y salvador, no nos dejemos vencer por el miedo, actuemos sí como él nos dice, con amor por nuestro prójimo, por amor a la vida y por el amor a la paz.
Dios bendiga a nuestra familia, nos mantenga unidos ante cualquier contingencia. Dios bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
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