El sismo del pasado 19 de septiembre propina un duro golpe a la capacidad de respuesta financiera nacional para dar respuesta pronta y oportuna para devolver áreas afectadas por los daños, a la dinámica económica de la ciudad de México, en un contexto difícil internacional y en lo nacional en un año electoral que exige que el “guardadito” se destine a la campaña para dejar al PRI en Los Pinos un sexenio más, tarea que se antoja muy difícil. Una alternativa financiera que Peña Nieto debe reflexionar y debe evitar es recurrir a la deuda externa, pues el presupuesto nacional actual tiene comprometido el 50% para el pago de los compromisos de la deuda, aumentar este porcentaje significa dejar sin capacidad de inversión al país por décadas. Esta es una oportunidad para los partidos políticos de crítica formal y llamar la atención del poder Legislativo para evitar que el Estado Mexicano recurra a nuevo endeudamiento.
Antes del sismo, las expectativas de crecimiento de la economía nacional y de la región por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe eran muy bajas dado que continuamos como región y como país dependiendo de los productos primarios, ante la incapacidad del Estado Mexicano para formar mano de obra especializada, que es mejor pagada y que exige de inversiones importantes por la tecnología a utilizar. Así como el Fondo Monetario Internacional dicta la política a seguir en finanzas, con seguridad también indica hacia donde no les conviene que México se desarrolle, así es que limita las inversiones importantes y bien pagadas dejando ese capital en países del primer mundo.
México y Brasil, las mayores economías de Latinoamérica crecerán este año 2.2 y 0.7%; en 2018, 2.4 y 2%. La región crecerá 1.2% este año y 2.2% en 2018, la mayor tasa desde 2013 impulsada por la producción de materias primas que cayó desde 2013 por los bajos precios del mercado. Las economías de América del Sur especializadas en la producción de bienes primarios, petróleo, minerales y alimentos, crecerán a 0.7% este año, y en 2018 se espera 2%. Para las economías de Centroamérica, crecimiento de 3.4% este año y 3.5% para 2018.
Según la CEPAL, la capacidad de los países de la región para generar un proceso de crecimiento económico dinámico y sostenido depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión para aminorar los efectos de choques externos y evitar tropiezos en el desempeño de las economías. Potenciar la inversión pública y privada resulta esencial, y diversificar la estructura productiva con una de mayor valor agregado con incorporación de tecnología y conocimiento.
La economía de la capital resintió los efectos del sismo del 19 de septiembre. 10 mil trabajadores están afectados. Los daños representan pérdidas por 37 millones de pesos mensuales. La afectación a los comercios se suma a los daños en escuelas, vivienda, edificios derrumbados más los que deben ser demolidos. Sin embargo, la urgencia del gobierno en reactivarlos de manera inmediata radica en su valor en la vida económica de la capital. Las zonas económicas afectadas son Lindavista, Zona Rosa, Del Valle-Narvarte, Coapa, Tláhuac y Xochimilco. Destaca la Zona Rosa por albergar tres mil 250 establecimientos, 164 mil 751 empleados con ventas mensuales a 30 mil 370 millones de pesos. El Informe de la Afectación de la Actividad Económica Después del Sismo 19 de Septiembre de la Secretaría de Desarrollo Económico, cita que 5 mil 576 trabajadores de esta zona, conocida por su vida nocturna, parte del Paseo de la Reforma, están en riesgo de perder su empleo por daños a 3.3% de los locales, 110 negocios, en su mayoría restaurantes. La segunda región con más pérdida es Del Valle-Narvarte, 1.5% de sus establecimientos (restaurantes, estéticas, y oficinas) resultaron con daños, porcentaje que representa a 1, 288 trabajadores que perderían su trabajo en caso de cierre de los inmuebles. La delegación Juárez mensualmente suma ventas por $ tres mil millones. Roma Norte alberga mansiones construidas en el siglo XX, con consultorios médicos especializados, restaurantes y oficinas. 143 establecimientos sufrieron daño. En ellos laboran mil 767 personas