Este 14 de noviembre en todo el mundo se llevan a cabo innumerables eventos para recordar el llamado Día Mundial de la Diabetes, que tiene mucho que ver con la lucha que se lleva a cabo desde la Federación Internacional de Diabetes hacia el mundo, y que es una fuerte llamada de atención para enmendar ese camino de la salud pública que hemos torcido pro años, hasta llegar al estado que hoy guarda la salud del mundo y sus habitantes en general.

El día se lleva a cabo desde hace ya muchos años: la Organización Mundial de la Salud ha reconocido tal fecha y promueve con todos los gobiernos que se involucran en la atención de la salud, para que haya un mayor cuidado y esfuerzo en aras de disminuir los números de la que se cierne como la peor epidemia del mundo moderno. La diabetes mellitus mata, y en serio, millones de personas cada año.

En ese sentido, entre muchos otros eventos, en diversos países iluminan de azul los edificios más significativos y emblemáticos, como un recuerdo a la diabetes; cabe destacar que el color azul se utiliza como color de la diabetes, porque es el tono que utiliza la bandera de las Naciones Unidas, y se trata de hacer un recordatorio mundial. Además, por ser el color del cielo en el mundo. Y porque las tiras reactivas iniciales que ayudaban a un diagnostico o chequeo con orina se teñían de azul cuando uno estaba bien de salud.

Por eso el color de la esperanza en la lucha contra la diabetes.

Y en México, autoridades federales y estatales en las entidades llevan a cabo muchos eventos, como son pláticas, caminatas, cursos y más, entre los que destacan los chequeos para detección oportuna y muchos más, sabedores, todos, que la diabetes es de las principales causas de mortalidad en el país, y de las más importantes cuasas de discapacidad.

Son muchas las cosas que hay que decir, como incrementar los mensajes que nos llevan a procurar los tres puntos básicos del cuidado de la diabetes y que tienen que ver con la atención médica, la alimentación y la actividad física, y que entre éstos se encuentra el control de una de las enfermedades más peligrosas de nuestros tiempos.

La diabetes es conocida también como el “asesino silencioso” por los estragos que ocasiona en la salud de las personas diagnosticadas. Millones en el mundo mueren por esta causa, y miles, diariamente, experimentamos complicaciones crónicas o agudas que minan nuestra calidad de vida.

Tamaulipas no es ajeno a la lucha contra la diabetes: el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Alejandro García Barrientos sabe de la importancia de la medicina preventiva, y en un día tan importante como el presente dispone de recursos humanos y materiales para dar la lucha –como se hace todos los días- a una de las enfermedades más agresivas, asesinas e implacables.

Sabe García Barrientos que si unimos esfuerzos sociedad civil, promotores, autoridades y ciudadanía en general, podremos hacer algo más grande en aras de mejorar nuestra salud, y entiende que el esfuerzo oficial se reduce significativamente si no lo tomamos en cuenta.

De ahí que todos tomemos conciencia en el Día Mundial de la Diabetes, y que hagamos votos porque haya más información, más difusión, más actividades, y que todos hagamos de este un día ejemplar, pero que multipliquemos las acciones diariamente, para lograr erradicar o disminuir los casos de diabetes en el mundo, y especialmente, en nuestra querida tierra tamaulipeca.

Hay muchos datos, pero nada ganamos si decimos que uno de cada diez mexicanos muere por diabetes: preferimos decir que en Tamaulipas 9 de cada 10 tamaulipecos saben de la importancia del tratamiento y autocontrol y llevan al pie de la letra el mismo, y tienen los cuidados que les mantienen en buen estado de salud, porque aquí preferimos ver las cosas por los logros cotidianos, y por la lucha conjunta que hacemos todos cada día.

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