Mucho calor nos ha aquejado en estas semanas, y finalmente, las lluvias que hemos sentido permiten que el ambiente se refresque un poco, y los mantos acuíferos se puedan recuperar en porcentajes importantes, aunque probablemente no sean suficientes.

Lo importante es que hay lluvia pese al cambio climático y otros factores, y que si bien es cierto que en la ciudad padecemos este fenómeno meteorológico, también hay que entender que la humedad es más gratificante y tiene más aspectos positivos que negativos, y eso hay que agradecerlo siempre.

El problema de Victoria desde que tenemos memoria es que nuestras calles se llenan de agua en un santiamén, y en ese sentido, tenemos los problemas de siempre: los automóviles que se quedan varados ante las calles inundadas, los peatones que no pueden caminar libremente, so pena de ser empapados por algún inconsciente que pasa a velocidad elevada, provocando una estela de agua que literalmente baña a los que caminan, y otras cosas más.

Y en varios rumbos el agua arrastra mucha basura, esa que los cochinos tiran en cualquier parte y luego se quejan de las inundaciones, sin saber que las alcantarillas se tapan por la falta de libertad para que el agua se vaya, y eso es consecuencia de una sociedad sucia, descuidada que no observa las indicaciones porque cree que es molestada con ello, y viola la ley sin el menor remordimiento.

Además, sabemos que hay diversos puntos de la ciudad que tiene construcciones y material en las calles, que es arrastrado por las aguas que, sin saber que hay calles y casas, siguen su arroyo natural, dejando estelas de inundaciones y desgracias para unos, y suciedad para otros.

Hoy, muchas de nuestras calles lucen repletas de piedras y arena, y es hora de limpiarlas, en primera instancia, para prevenir que la siguiente lluvia cause más estragos, y en segundo lugar, por aspectos estéticos.

Suponemos que se puede hacer con algunas máquinas de las que levantan cientos de kilogramos de un palazo, y que nos ayudarían mucho para mantener la ciudad amable y limpia que nos gusta tener.

Hace muchos años, algunos constructores prestaron al Ayuntamiento sus máquinas y empleados, teniendo la autoridad que pagar únicamente el combustible. Es tiempo de poder hacer un trabajo conjunto, y algunos de nosotros que podamos salir a barrer un poco para que con el trabajo de todos disfrutemos de la ciudad limpia y amable que merecemos.

Y es muy fácil localizar estos puntos, porque hay calles que de plano ya no se ven, o que algunos vivales aprovechan para hacerse locos en ellas, con una pala en la mano, pidiendo dinero, aprovechando la desgracia de unos para sacar raja personal.

Habemos algunos victorenses que quisiéramos ayudar, como por ejemplo, si alguien tiene alguna máquina para recoger la grava, y un operario, podríamos colaborar con el gasto del combustible y el llamado a los vecinos para que pudiéramos poner presentable nuestra calle.

Y por otra parte, muy importante, por favor, no sacar la basura si no va a pasar el camión, porque esa basura se sale de sus bolsas y se riega por toda la calle; el agua la arrastra y luego tapa las alcantarillas, y entonces, el problema de y para todos.

Victoria es la ciudad donde todos vivimos y tenemos nuestros intereses de toda índole, y es necesario tomarlo como tal, para poder participar en su remodelación que inicia con la limpieza en las calles, y sigue con el mantenimiento cotidiano de las calles, que finalmente, son parte de nuestra casa.

Entonces, hagamos conciencia entre todos, y procuremos estos beneficios que disfrutaremos todos, y también, pidamos a la autoridad municipal la limpieza de nuestras calles, que se requiere hacer con maquinaria, por la naturaleza del material que bloquea a éstas: asfalto, piedras, grava y más.

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