La Comisión Nacional de Seguridad desconoce si el presupuesto de 12 mil millones de pesos que se invierte al año en la seguridad privada de 17 mil edificios gubernamentales, garantiza la protección de inmuebles como centrales de abasto, camioneras o escuelas, por lo que considera necesario contar con reglas y guías certificadas.

El Estado Mexicano se caracteriza por desarrollar planes, programas y proyectos, otorga presupuesto amigo con un objetivo que no establece de manera formal, sin seguimiento, evaluación, análisis a los procesos y a los resultados, lo que significa irresponsabilidad en el ejercicio de la función pública, así de simple. ¿Cuántos más miles de millones de pesos se dilapidan por el Estado Mexicano sin control, sin rendición de cuentas, sin investigar, sin sancionar irresponsabilidad o dolo? Este es el escenario cotidiano. Ahí están hospitales rebasados por la demanda; carentes de todo tipo de recurso; con personal operativo y pacientes en riesgo, mientras la alta burocracia decide cómo y adónde fluye el presupuesto. No se sanciona las adquisiciones sin control que pulverizan el presupuesto.

A  nivel federal, se cuenta con el Grupo de Instalaciones Estratégicas, integrado por personal del Ejército, Marina y Policía Federal y otras corporaciones capacitadas, para atender incidentes en instalaciones estratégicas.  Qué pasa con 17 mil edificios gubernamentales. ¿Quién los cuida?, ¿qué les cuidan?, ¿cómo los cuidan?, ¿cuáles son los resultados de esa seguridad?, ¿saben a quién pedir auxilio cuando lo necesitan? Durante el Foro “Seguridad de Instalaciones Vitales, Mejores Prácticas Nacionales e internacionales”, se dijo que el gobierno federal analizará la situación del país, para proponer reglas y guías de protección a través de tres ejes. Luego de años de gasto, desconocen al respecto y por supuesto son necesarios Foros y Comisiones.

El plan contempla conocer los casos de éxito en el ámbito nacional en lo que se refiere a seguridad de instalaciones vitales, lo que significa analizar a “toro pasado”, las características de oportunidad, eficacia, eficiencia en la respuesta de Seguridad ante eventos que amenacen al inmueble y a las personas, casos que por fortuna son aislados en el país y por ello no significan una base de datos que permita desarrollar un programa seguro. En el extranjero, por el terrorismo, hay programas para implementar con más seguridad que los eventos aislados que se estudiarán y servirán para establecer el programa de seguridad.

Una vez desarrollado el Plan de Seguridad, se unificará protocolos de seguridad física en instalaciones gubernamentales, lo que significa estandarizarlo en sitios y entornos diferentes, con recursos financieros, humanos, técnicos y operacionales, también diferentes. Posteriormente, se apoyará en todo lo que sea necesario a los encargados de seguridad de las 17 mil instalaciones gubernamentales para que cuenten con sus análisis de riesgos.

Es fundamental avanzar en una regulación oportuna y eficiente para la seguridad de las instalaciones que dan los servicios esenciales de una sociedad, es la razón que impulsa establecer la seguridad como prioridad. El resguardo de estas instalaciones estratégicas es una función de trascendencia para la viabilidad del Estado, ya que hace posible la gobernabilidad y permite continuidad en el funcionamiento de las instituciones, lo que hasta ahora no importa, lo fundamental es gastar esos 12 mil millones de pesos en grupos amigos.