México desconoce la democracia, de lo contrario el presidente López estaría acusado de violar la Constitución y sus preceptos de libertad. Lo que hizo es lo más grave que le ha pasado desde Cárdenas cuando se acotaron los decretos, más grave que los fraudes electorales, que la farsa del voto, que la corrupción que instalaron en la vida pública.
Video, escrito y firma, así el presidente López mata el régimen constitucional. El Estado, soy Yo. Hágase en mi reino mi voluntad. No es suficiente tener mayoría en el Congreso para su proyecto de Gobierno, absolutismo, sólo él, el rey, otro césar, sin consultar a los Poderes establecidos que nos da el carácter de nación.
El presidente carece de facultades para hacer a un lado la Constitución, norma máxima que se construye y modifica por impulso del Ejecutivo, la fuerza racional, conocimiento y patriotismo del Legislativo y la vigilancia del Poder Judicial. López pasó de declaraciones y actitud autoritaria a un acto formal de Gobierno que establece la tiranía como forma de gobierno, envuelta en una capa dulce, dinero para todos, para el pueblo bueno, ajeno a la corrupción y a transgredir la ley; un compasivo tirano que para establecer su dominio protege a los adultos mayores, a los niños, a los discapacitados, a los pobres, a los que estudian; es un defensor de los débiles; piel de cordero, alma de depredador, corazón de tirano.
México está una vez más en su historia en otra difícil coyuntura y de no esgrimir socialmente la defensa de la Constitución, de la ley, de la libertad y de la democracia contra el acto de un autócrata, irresponsablemente estamos dejando nuestro presente en manos de un tirano de cabecita blanca, de hablar torpe, de gesto bondadoso que firmó con un memorándum, su nombramiento de tirano.
El presidente López pelea con todos. Ataca, injuria, humilla, señala, burla. Hace lo que le viene en gana. No actúa como presidente. Actúa como carcelero, como rijoso de cantina, aunque con enorme poder, lo hace desde que incendiaba pozos en Tabasco. Considera que la prensa es un adorno de la democracia. Niega la verdad, pues sin esa libertad de pensar, escribir, opinar y manifestarse, ninguna democracia puede existir. Para el presidente López, la prensa, al igual que el mundo, debe rendir culto. La prensa que le alaba es prudente, la que le cuestiona, es fifí. En 4 meses de gobierno, 8 periodistas han sido asesinados, ¿qué ha hecho por aclarar esas muertes? El presidente López busca acabar con la libertad.
«Aquellos que alcanzaron nuestra independencia creyeron que el último fin del estado era hacer hombres libre que pudieran desarrollar sus facultades… Creyeron que la libertad de pensar y de hablar como se quiera eran medios indispensables para el descubrimiento y el despliegue de la verdad política… Creyendo en el poder de la razón aplicado a la discusión pública de los asuntos, renunciaron al silencio forzado por la ley. Reconociendo las tiranías temporales de las mayorías gobernantes, enmendaron la Constitución de tal manera que la libertad de expresión y de reunión debían ser garantizadas». Primera Enmienda.
«El último derecho que mencionaremos se refiere a la libertad de prensa. Su importancia consiste junto al avance de la verdad, la ciencia y la moralidad y las artes en general, en la difusión de abundantes opiniones sobre la administración del gobierno, la fácil comunicación de pensamiento entre los sujetos, y la consecuente promoción de la unión entre ellos, además de la intimidación y avergonzamiento de funcionarios tiránicos, tendente a conseguir una más honorable y justa administración de los asuntos». Primer Congreso Continental en la ciudad de Quebec, 26 octubre de 1774, para que se unieran a las colonias, documento en el que se proclaman las bondades de la libertad de prensa.