Previo al tercer y último debate las estrategias de campaña entre los principales candidatos a la Presidencia de la República se pusieron buenas; al cierre de esta edición el encuentro entre Meade, Anaya, AMLO y el Bronco aún no iniciaba por lo que opinaremos de éste en nuestra próxima edición pero no descartamos que al igual que los dos anteriores las descalificaciones y los encontronazos, más con las recientes denuncias presentadas, se hayan puesto color de hormiga. Nada fuera de lo común.
Resulta que horas antes de que los candidatos se vieran las caras, el senador rebelde del PAN, Ernesto Cordero hizo pública una denuncia ante la PGR para pedir que se investigue al candidato presidencial por la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, así como a los hermanos Barreiro por el supuesto delito de lavado de dinero, lo que alborotó el gallinero más de lo que ya estaba.
Lo anterior generó reacciones; los panistas, minimizaron la denuncia; los priistas prefirieron no opinar porque eso abonaría a la teoría de que Cordero actúa patrocinado por el PRI-Gobierno quien se ha aliado con AMLO, según denuncian los azules; mientras que éstos últimos contestaron con otra denuncia ante la PGR en contra de sus más cercanos competidores en la contienda Meade y López Obrador.
El grupo parlamentario del PAN en el Congreso de la Unión, entre ellos los tamaulipecos César Rendón y Elva Valles, solicitó a la PGR una investigación en contra del candidato de MORENA por presunto financiamiento ilícito de las campañas y contra José Antonio Meade por encubrir los casos de Odebrecht y desviar recursos del gobierno federal mientras fue funcionario público a través de empresas fantasma, lo que deja al descubierto una ola de guerra sucia entre los equipos de campaña.
La pregunta es ¿porqué hasta ahora que son candidatos presentan las denuncias correspondientes pudiendo exigir justicia desde un principio?. La respuesta es sencilla, se llama estrategia.
Por cierto, quien le entró a la polémica nacional de las denuncias fue el Secretario Nacional del PAN, Marcelo Torres Cofiño quien cumplía gira de trabajo por Tamaulipas cuándo trascendió la primer denuncia. Desestimó las acciones del senador Ernesto Cordero y recordó a los presentes que él se encuentra en un proceso de expulsión del Partido Acción Nacional justamente por su lealtad a los priistas.
Torres Cofiño también minimizó los hechos de violencia que han ocurrido en Tamaulipas en los últimos meses, incluido el atentado a sus oficinas, o al menos no calificó a la entidad como un “foco rojo de la contienda”; nos comparó con otras entidades en donde las agresiones y asesinatos han estado a la orden del día como Guerreo, Michoacán, Chiapas y el Estado de México.
Finalmente hablemos de las encuestas que sabe, están hechas a conveniencia del mejor postor; insistimos, aunque hay una fotografía de la intención del voto todo puede suceder el día de la contienda, recuerde que “entre el dicho y el hecho hay mucho trecho”, una cosa es manifestar por quién se va a votar y otra lo que hagas en la privacidad de la casilla.
Los panistas acaban de sacar una alegre encuesta que les da el triunfo a sus candidatos en todos y cada uno de los distritos electorales y alcaldías de Tamaulipas lo que suena demasiado bueno para ser verdad, mejor sería no confiarse y seguirle trabajando a marchas forzadas; con copia para todos los partidos.
MORENA, por su parte no puede quejarse pues la mayoría de las encuestas les otorgan porcentajes muy elevados en preferencias entre los tamaulipecos aún y cuando sus candidatos son unos completos desconocidos. Pero insisto, una cosa es la encuesta y otra la real del 1 de julio.
Que Dios lo bendiga, gracias

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