Existe una desaprobación generalizada por la contratación de 500 médicos cubanos para la atención de los mexicanos, procedimiento anunciado por el Gobierno de México, cuyo monto económico aún no conocemos,  pero que es rechazado por los profesionales de este ramo de nuestro país organizados en diferentes agrupaciones, principalmente de especialistas. Ellos manifiestan su rechazo a este procedimiento, y se duelen de que la Federación prefiere atraer a profesionistas extranjeros, cuando los hay aquí y sin oportunidades en las instituciones de salud gubernamentales.

Los 500 invitados de la isla son vistos por los mexicanos en general como elementos que vienen a promover  las doctrinas de izquierda. Pese a la existencia  del Art. 33 Constitucional, se teme que éste no sea suficiente para retener el activismo, aunque el citado artículo les prohíba inmiscuirse en asuntos políticos de la nación.

El Presidente de la República es el único que puede ordenar la expulsión de extranjeros del país sin que medie juicio alguno en el caso de violar el Art. 33, pero son sus invitados y sólo él sabe cuál es el verdadero propósito de esta contratación colectiva. La realidad es que estos 500 pobres médicos no verán gran cosa de ingresos, el pago “grueso” de sus servicios son para el gobierno cubano.

En 2010 un médico en la Habana tenía asignado un sueldo de 10 dólares (americanos) quincenales, lo cual a 12 pesos dólares eran 120 pesos mexicanos, una forma simbólica de calcularlo porque la moneda norteamericana fue prohibida hasta en las propinas del turismo (porque facilitaba la huida de los cubanos de la isla), y en esas fechas el peso cubano equivalía alrededor de 80 centavos mexicanos. O sea un salario de hambre, como todo lo que sufre ese pueblo. Y en estos 12 años no han cambiado gran cosa estas circunstancias, citó datos de hace 12 años porque es lo que me consta.

Los pobres 500 médicos que gustosos se quedarían aquí, tendrán que regresar a su país porque su familia está allá, no son sino elementos explotados. Un especialista de la UNAM entrevistado por Radio Fórmula consideró que este procedimiento de explotación del Gobierno Caribeño cubre los requisitos para ser considerado como “trata de personas”, porque son explotados y no remunerados debidamente.

Nuestros médicos, los que sacaron adelante a los mexicanos durante la pandemia sufren de desempleo, por lo menos no logran una base en instituciones públicas, muchos de ellos tienen que conformarse con ocuparse en farmacias de Don Simi, y otras firmas semejantes; realizar suplencias por incapacidad, vacaciones, etc, durante años y años, y algunos nunca logran la anhelada base.

Por otra parte, retomando el tema legal, en el Congreso de Tamaulipas se acordó legislar para dejar asentada explícitamente la prohibición de participación política de los extranjeros, lo harán añadiendo una fracción al Art. 17 de la Constitución del Estado, asimismo con reformas al Art. 18 para dejar asentada la competencia de la Dirección de Permisos y Legalizaciones de la Secretaría General de Gobierno.

Eso está muy bien, pero la realidad es que lo fundamental es que exista la voluntad política de poner límites a los extranjeros en lo que se refiere a la participación o activismo para difundir ideas diferentes a la de nuestro sistema, pero ¿qué ocurrirá si gana las elecciones Morena? De ser así no habrá reforma que valga, no será la primera vez que las leyes son omisas.

En cuanto a la contratación de los 500 médicos cubanos, pese a la reprobación generalizada, será difícil que el Presidente de un paso atrás como lo ha hecho en otras cuestiones, ojalá diga que no estaba enterado de que había médicos suficientes y con especialidad dispuestos a incorporarse a las instituciones de salud públicas y de reversa a esta medida que aterrizará pese al rechazo y desaprobación generalizada de los mexicanos.  

Y SI ÚRSULA NO ASISTE A SU JUICIO

El caso de la diputada Úrsula Salazar Mojica-Obrador, ya está en los principales medios de comunicación del centro del país, el suceso cobró notoriedad  en el plano nacional en virtud de que se le identifica como sobrina del primer morenistas del México. Mientras que en esta ciudad capital empezó a correr la versión de que la indiciada podría no presentarse a la cita del próximo jueves 26 de mayo. ¿Qué pasaría si la legisladora no acude a enfrentar, o aclarar las acusaciones?

En el caso de que la diputada no asistiera al juicio para el que fue convocada, no pasará nada, y lo puede hacer porque la protege su fuero. Un ciudadano común y corriente, si no acude a los dos primeros citatorios a la tercera convocatoria puede ser obligado a asistir por la fuerza pública o por otra acción que ejerza presión para obtener su respuesta.

Para algunos no asistir es perder la oportunidad de defenderse ¿y? A estas alturas del partido debe de estar analizando que gana y que pierde con no presentarse. El ruido mediático de todas maneras va a generarse, y los efectos legales sólo procederán cuando termine su gestión y periodo de fuero.