La demencia es uno de los factores que más contribuyen a la discapacidad y a la dependencia en el adulto mayor. La enfermedad de Alzheimer (EA), es el tipo de demencia más frecuente. Su prevalencia es 7%. Su incidencia, 27 por cada mil personas/año de la población adulta mayor mexicana. El riesgo de padecer EA se incrementa con la presencia de síndrome metabólico, enfermedad cardiovascular y depresión. La proyección del número de mexicanos afectados por la EA para el 2050 será más de 3.5 millones, con impacto severo en el sistema de salud.
El Instituto Nacional de Geriatría de la Secretaría de Salud en México, impulsa crear el Plan de Acción Alzheimer y otras demencias (PAA) El objetivo es promover bienestar de las personas con EA y enfermedades afines y su familia, fortaleciendo la respuesta del Sistema de Salud Mexicano, en sinergia con instituciones afines.
La contaminación del aire aumenta el riesgo de demencia en 40% en áreas con nivel alto de contaminación de dióxido de nitrógeno, en comparación con lugares de menos contaminación (revista médica inglesa BMJ Open) Analizaron datos de 130 mil personas, entre 50 y 79 años de edad, que vivían en Londres, que no tenían diagnóstico de demencia, al inicio del estudio en 2005.
Se calcularon niveles de contaminantes; dióxido de nitrógeno, ozono, acústica nocturna. Se hizo seguimiento por 7 años para ver si desarrollaban demencia. 1,7% de las personas fueron diagnosticadas con demencia dentro del seguimiento. El doctor David Reynolds, director de Alzheimer’s Research afirma, la demencia no es parte inevitable de envejecer; es causada por combinación de edad, genética y factores ambientales. Las zonas verdes son aliadas para paliar la contaminación y sus efectos. Evitarían más de 3,600 casos de asma y 4 mil síntomas respiratorios agudos en Madrid, pues absorben más de 673 toneladas de contaminante (Ayuntamiento de Madrid)
Estos resultados son un paso en la reducción de contaminantes atmosféricos y en su influencia en la salud. ISGlobal, indica que vivir en zonas verdes ralentiza el deterioro cognitivo en la persona mayor. Se pretende crear entornos adaptados y agradables con zonas verdes para que los residentes disfruten la naturaleza y sus beneficios. La vegetación es foco de estímulos y atención importante para mantener las funciones cognitivas y la vida sana. Por ello, asilos y residencias para el adulto mayor se caracterizan por sus generosas áreas verdes y amplios espacios.
Se considera otras actividades para mantener y mejorar el desarrollo cognitivo de la persona mayor. Dedicar 25 minutos al día de actividad física y una hora a actividades de estimulación cognitiva. No hay que forzar, se debe de promover su realización espontánea para evitar aburrimiento y abandono. Realizar actividades en sesiones cortas, ir repitiéndolas, pues exigir atención cognitiva constante cansa. En personas mayores con deterioro cognitivo, hay desinterés y/o déficit de atención. Leer, comentar noticia, crucigramas, sudokus promueven la estimulación cognitiva.
La familia tiene que apoyar a la persona con deterioro cognitivo con actividades que impliquen trabajar recuerdos, conocer aficiones y hobbies. Mantener hábitos de vida saludables desde la infancia. Cuando ejercicio y nutrición se establecen a edad temprana es más fácil que se mantengan durante más tiempo.