Son más de 60 confirmados con coronavirus en Victoria, y hasta el día de ayer, lamentablemente, un deceso. El segundo municipio con más contagios en Tamaulipas.
Debemos ser responsables. Hay, por ejemplo, municipios como Iztapalapa, que es el segundo municipio de México con más casos de COVID19, donde las personas siguen saliendo sin respetar las medidas de sanidad. Tianguistas y, en general, continúan…
A ver, si me permiten, va una pequeña reflexión en torno a la conciencia social que debe haber en la época coronavirus.
Leí en la semana un libro de la reconocida filósofa Victoria Camps; “Lección de Ciudadanía”, se llama.
Ahí, Victoria, señala que los valores de la ciudadanía o del civismo, en resumen, son aquellos mínimos éticos que una persona debe asimilar para aprender a convivir correctamente y en bien de todos.
Y dice también que las cuatro virtudes cívicas del ciudadano, son: 1) conocer por lo menos los derechos fundamentales de la constitución, 2) los valores relativos a la convivencia social, 3) la participación ciudadana, y 4) la responsabilidad individual.
Es muy difícil que una sociedad presuma de esas cuatro virtudes cívicas, pero concentrémonos en la última: “responsabilidad individual”, puesto que Ciudadanía, consiste precisamente en ejercer la libertad responsablemente.
¿Qué tiene que ver todo esto con el COVID-19, se preguntarán? Pero está íntimamente ligado.
El ciudadano tiene que limitarse a reivindicar la libertad: tiene que aprender a ejercerla y ejercerla en el espacio público, en su relación con los demás, que esto en el contexto actual significa: ¡acatar las directrices del sector salud voluntariamente!
Y es que hoy, más allá de los esfuerzos que hacen los tres niveles de gobierno por garantizar la seguridad y la salud de la ciudadanía, más allá de actividades esenciales y no esenciales, más allá de las medidas obligatorias, de sanciones, y más allá de cualquier tipo de acción preventiva que provenga desde la esfera pública, la verdadera responsabilidad para evitar más contagios y que esto se vuelva un caos, está en nosotros mismos.
Ahora, en Fase 3, la etapa más crítica de esta pandemia, es el momento de demostrar que con responsabilidad de cada uno, somos capaces de lograr conciencia colectiva, victorenses, y así cuidarnos entre todos.
Por el bien de la comunidad, quedémonos en casa lo más que nos sea posible y, si es necesario salir, usemos cubrebocas.
Pues en definitiva, como señala también la filósofa Victoria Camps en un pasaje del libro: “La garantía de las instituciones es insuficiente, si no existe la solidaridad ciudadana”.