Los gobiernos de América Latina invierten en desarrollo, pero callan acerca de que reciben dinero barato, etiquetado para determinado sector, incluso hay dinero que se da como apoyo. En 2016, el flujo oficial de asistencia oficial para el desarrollo a la región fue 11.284 millones de dólares, aumento de 11% respecto 2015. Los proveedores son, Banco Interamericano de Desarrollo 12%, Unión Europea, 10%. Estados Unidos, Alemania y España aportaron 16%, 14% y el 20%. En los últimos 5 años, los países receptores fueron Haití, Colombia, Bolivia, México, Honduras y Nicaragua. Haití y Colombia fueron los que recibieron apoyo, 11% y 10%. El flujo hacia Cuba aumentó de 553 millones de dólares en 2015 a 2.680 millones en 2016. España fue el principal proveedor con 2.120 millones de dólares.
Sectores de asuntos sociales recibieron la mayoría de los fondos, 36%. Destaca el relacionado con el gobierno y la sociedad civil con 16%. La mayor parte se destinó al mantenimiento de la paz y resolución de conflictos, el desarrollo legal y judicial, y la participación democrática. Desde 2003 aumentó el flujo dirigido a sectores de infraestructura bancaria y financiera, y servicio empresarial. El apoyo a protección ambiental se incrementó de 4,1% en 2007 a 8,2% en 2016, muestra del interés de los países donantes del tema medioambiental y cambio climático. La región recibe fondos extranjeros para mejora del sistema legal, de justicia y policial, sin que los gobiernos den a conocer la procedencia de tal dinero (saludan con sombrero ajeno) El mundo se ocupa de mejorar la situación de seguridad y de justicia; democracia, energía limpia, llevar energía a área rural con dinero que aporta el odiado Capitalismo, no el santo Socialismo. Gran parte del beneficio social que los gobiernos latinoamericanos presumen deriva de dinero que regala la banca de desarrollo mundial.
La inversión en infraestructura (transporte, agua, y energía) es el 33% de los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo. Bancos subregionales colaboran en el desarrollo social y económico de la región fuera del reflector de la publicidad y del aplauso social. BDC aprobó 39% de su financiamiento para infraestructura y 50% al desarrollo del transporte; el resto a energía y agua. BCIE 53% de su financiamiento para infraestructura, 21% del cual se destinó a energía. CAF destinó 21% de su financiamiento a infraestructura; energía 10% y transporte 6%.
La banca de desarrollo dedica recurso a finanzas y mercado de capitales; bancos y servicios empresariales, incluidas pequeña y mediana empresa (pymes)
El Banco Interamericano de Desarrollo mejoró la inclusión financiera de población rural, pymes y grupos que no aprovechan servicios financieros y cuya participación mejora el tejido productivo de la región. CAF destinó 59% de su financiamiento a banca comercial y de desarrollo para fortalecer instituciones financieras y 14% de sus fondos a mejorar la estabilidad macroeconómica en la región. BCIE dedica 13% de su financiamiento a finanzas para el desarrollo. BDC asigna 6% a asuntos de finanzas y servicios empresariales.
En protección medioambiental y preparación para desastres naturales, destacan BID y BDC. De 2012 a 2016 asignaron 3,5% y 10% de su financiamiento a estos sectores importantes que se hallan subrepresentados.