El gobierno mexicano acepta que el trabajador está en malas condiciones de vida, que el empleo en México es mal pagado, pero no acepta que la causa de esa pobreza es la política económica que aplica. México en 2017 pierde un lugar en el ranking por Producto Interno Bruto (PIB) y se ubica en el lugar 16 de 189 países. El Fondo Monetario Internacional señala que el valor de la economía mexicana disminuirá a 987 mil millones, menos de un billón de dólares, luego de que alcanzó el noveno lugar en 2000 a 2002. La economía de Indonesia pasará el billón de dólares; hace 20 años México tenía una economía cuatro veces más grande; 725 mil millones de dólares contra 175 mil millones. El crecimiento económico de Indonesia es 600%; el de México, 25%. En este lapso, México es superado por Brasil, Rusia, India, España, Corea del Sur y Australia.
México necesita producir más, usar maquinaria y equipo con tecnología, trabajo de sus habitantes de calidad y producir manufactura, telecomunicaciones, energía limpia, automóviles, industria aeroespacial y servicios. Con el Tratado, la industria manufacturera crecerá por un lamentable hecho, somos los segundos salarios más bajos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. El país tiene y tendrá población joven por 30 años, lo que permite mayor crecimiento económico que significa mayor consumo. Debe hacer cambios estructurales para elevar el capital humano del trabajador y atraer inversión en industria manufacturera de mejor salario.
México debe preparar y capacitar al trabajador, iniciar la actividad manufacturera con salario barato y con capacitación y productividad mejorarlo, así la empresa elegirá pagar más al trabajador capacitado que irse en busca de sólo mano de obra barata. En el capital del trabajador y en el tipo de manufactura que llegue a México, está la llave del crecimiento económico.
La región Reynosa; Miguel Alemán y Matamoros debe ser un polo de desarrollo. Asiento de industria de la maquila, con cruces internacionales, incluso ferroviarios que dinamizan su economía de manera constante; hay agricultura de riego, costa para explotar; cuestión de una establecer una política que ofrezca certidumbre para crear la infraestructura necesaria. Guanajuato es un ejemplo de la integración industrial en varios municipios de esa entidad. Incluso hay quienes laboran en un municipio y viven en otro por la demanda habitacional ante la oferta creciente de empleo.
Tampico, Madero y Altamira se integran en zona conurbada derivado de sus características naturales; más la agricultura y la ganadería de la región que abarca tres entidades de la cual es cabeza. Si la reforma energética es la base del desarrollo económico presente y futuro en el país, y el gobierno estatal realiza esfuerzos para atraer inversiones dando a conocer los clúster de manufactura de que disponemos en el norte y sur de la entidad, para ser más competitivos y productivos para que estas inversiones sean realidad, requerimos disponer de mano de obra capacitada y de trabajadores comprometidos. Esta es una tarea fundamental a la que el Gobierno en pleno se debe abocar.
En lo general, México ofrece mano de obra barata y de baja competitividad, como ensamblaje. Hay que pasar a etapas de producción compleja, mejor pagada, que atraen inversiones de esa categoría pues en ese mercado la participación es escasa. Es como la selección de fútbol, que en ocasiones ni califica al Mundial y cuando lo hace es con gran dificultad y enorme sufrimiento. Califica a la siguiente ronda y ahí, por penales, errores, desconcentración, simplemente incapacidad, se acabó la competencia.
Señores funcionarios, la tarea aún está incompleta: ¿Acaso están en espera de recibir órdenes del Presidente o del Gobernador para cumplir la responsabilidad que se les encomienda? De seguir con respuestas mediocres, sin creatividad, continuará el salario mal pagado y la mala calidad de vida del trabajador, y el número de naciones que nos supere en crecimiento económico continuará.