Este martes 16 de Diciembre, fué el último día de Irving Barrios Mojica como Fiscal General de Justicia de Tamaulipas. Concluye así un periodo de nueve años en el cargo, dos como procurador y siete como fiscal, nombrado en la era del exgobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Su llegada, hay que decirlo, fue polémica desde el inicio. Barrios cargaba ya con el antecedente del llamado “Michoacanazo”, cuando siendo subprocurador de la PGR en el gobierno de Felipe Calderón encabezó la detención masiva de alcaldes, funcionarios y hasta un juez en Michoacán por presuntos nexos con el crimen organizado. Todos fueron liberados después por falta de pruebas y por irregularidades en el proceso.

Años más tarde, en plena disputa por la gubernatura de Tamaulipas, Barrios volvió al centro de la polémica. Fue acusado por Morena de fabricar casos contra candidatos y dirigentes durante la campaña que finalmente llevó a Américo Villarreal al gobierno. Desde entonces, los morenistas lo señalaron como un “fiscal carnal” de Cabeza de Vaca, acusándolo de blindar al PAN mientras se utilizaba la Fiscalía como herramienta de persecución política.

Pese a la presión, Irving Barrios se mantuvo en el cargo hasta el final de su mandato. No buscó reelegirse, no estiró la liga y entendió que su tiempo había terminado. Sale por la puerta de enfrente, con respeto institucional, cerrando un ciclo que ya estaba agotado. Ahora, según ha trascendido, se tomará un tiempo para descansar y dedicarse a su familia.

Este relevo es natural por el vencimiento del periodo, pero también es profundamente simbólico. Se cierra la etapa de un fiscal ligado al panismo y se abre la puerta a una nueva Fiscalía alineada con la actual administración. Ahora será turno de Jesús Eduardo Govea Orozco, quien enfrentará un reto enorme: impartir justicia real, sin revanchas políticas, sin consignas y con verdadera autonomía, pese a su cercanía con Morena.

El cambio representa una oportunidad para limpiar la casa, para corregir vicios y para reconstruir la confianza en la Fiscalía.

Que Dios los bendiga, gracias.

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