Hay el riesgo de que, al concluir el sexenio federal, la inversión sea en el mejor de los casos, igual al sexenio de Peña. La inversión fija bruta durante el primer trimestre del año es comparable con la realizada del mismo periodo 2010. Para regresar a los niveles de inversión del primer trimestre 2018, se requiere crecimiento de 17%, un 6% anual en 3 años. En crear capacidad productiva es un sexenio perdido, aunque se presentara ese escenario muy optimista.
Una apuesta para la segunda mitad del sexenio en inversión es que, en particular en la industria exportadora, se haga uso intensivo de la capacidad instalada y que las empresas se obliguen a invertir para ampliarla y no perder la oportunidad de abastecer al mercado de EE. UU. Los datos dicen que no son muchas las empresas que tienen capacidad instalada a tope. De acuerdo con la Encuesta de Opinión Empresarial (INEGI), en la industria manufacturera, el índice de ocupación de las plantas a mayo fue 51%. En mayo 2018 fue 53% y en 2012 fue 54%.
En la manufactura no hay presión para ampliar las plantas de manera generalizada, aunque hay empresas con porcentajes de ocupación elevados. De las variables que se encuentran en mejor nivel que el previo a la pandemia está la exportación de manufactura. El nivel de mayo fue superior en 4% a mayo 2019, y 13% a mayo 2018. Con la expectativa de que continúe la recuperación en EE. UU., lo probable es que el ritmo exportador siga creciendo y se presenten mayores inversiones para satisfacer la demanda de exportaciones.
Pocas entidades concentran capacidad exportadora: Chihuahua, Coahuila, Baja California, Nuevo León, Tamaulipas y Sonora concentran 57% del total. Los estados del Bajío y Jalisco suman 21%. Ambas regiones concentran 78% de la exportación, otras 19 entidades suman 22%. Si el impulso exportador detonara inversiones de la industria exportadora, éstas se concentrarían en 13 estados de la República y otras regiones seguirían rezagadas. Es probable que una de las características de la recuperación que tendremos si prosigue, será su gran desigualdad.
Para ver crecimiento generalizado de la inversión en el país hay que esperar que el crecimiento se generalice y adquiera profundidad, lo que no se ve viable pues por décadas se habla de desconcentrar poder político y ampliar polos de desarrollo, ambas ideas buenas para el desarrollo más igualitario, pero terminan en eso, ideas.
Gobiernos estatales y federación deben analizar la conveniencia de crear polos de instalación y crecimiento industrial en regiones con escasa o nula producción de manufactura en busca de crecimiento menos desigual que amplíe y mejore el bienestar de la población y permita al gobierno federal un respiro económico a su gasto social y replantearlo en inversiones sostenibles, como busca Andrés López al fortalecer PEMEX y CFE, para que México sea autosuficiente en energía