Lo confieso y lo admito.
En lo personal sí me preocupa el proyecto de usar como zonas peatonales, parte de las avenidas Alberto Carrera Torres y Felipe Berriozábal en Ciudad Victoria. Le diré por qué.
A lo largo de las casi tres décadas cercanas, de 1990 al ya inmediato 2019, la capital de Tamaulipas no ha crecido con el orden deseable en su proceso de urbanización en varios de sus segmentos. Citaré sólo uno, con su permiso.
La mayor parte de sus calles conservan las mismas especificaciones históricas y por lo tanto enfrentan un severo problema en su tráfico vial debido al desorbitado crecimiento de su parque vehicular, originado en forma primordial por permitir el ingreso ilegal indiscriminado de automóviles extranjeros, que en los hechos ha quintuplicado el número de unidades motrices.
Aclaro: No estoy en contra de la internación de esos bienes muebles, sólo expongo que son parte del problema.
En este escenario, no descubro el hilo negro al señalar que Victoria se convierte en una pequeña sucursal del infierno en su vialidad en las llamadas horas pico, ante la masiva concentración de esos vehículos en una pequeña zona de la ciudad, conformada por el primero y segundo cuadro.
Y precisamente en esa área se localizan las dos avenidas mencionadas, que junto con la Tamaulipas -conocida como el 8- forman los tres canales principales de desfogue para la circulación.
No sé si ya exista un proyecto formal sobre lo expuesto por el alcalde victorense en el propósito de ampliar aceras o cerrar esas calles, además de la Miguel Hidalgo, por lo que no puedo ni siquiera intentar juzgar ese plan; pero lo que sí me queda claro es que reducir las vías que permiten liberar en mayor medida el tráfico, como son la Carrera y la Berriozábal, es una invitación a impulsar manicomios temporales en esas arterias y en las que las alimentan.
Como victorense adoptado desde hace más de 30 años me inquieta esta posibilidad, porque en el presente transitar en esas vialidades en los horarios de entrada y salida escolares y laborales es una prueba a la paciencia.
En una somera comparación -dicen que son odiosas pero también son aleccionadoras- citaré el caso de Tampico, si me permite.
El puerto es, en mi percepción, el lugar tamaulipeco en donde las autoridades locales y estatales se han preocupado históricamente por abrir o mejorar sus vialidades. Y pese a esa decisión y a sus ya cinco pasos a desnivel, también es una zona de locos en materia de tráfico vehicular, que rebasa toda obra realizada. Imagínese qué sucedería en Victoria si se ahorcan dos de sus calles con mayor afluencia automovilística, sin contar con rutas alternas adecuadas.
Me agradaría equivocarme en esta apreciación y que ya se cuente con una visión integral de lo que se haría y cómo se resolvería la problemática que sin remedio se presentará con una acción de esa naturaleza. Lo aplaudiría sin duda.
Lo haría porque coincido con el buen deseo de que los victorenses en lo posible dejen su coche y caminen o usen una bicicleta para trasladarse, porque nadie puede negar que es una práctica saludable en lo personal como en lo urbano.
Sin embargo, también me queda claro que alcanzar ese objetivo no se conseguirá por decreto o con buenas intenciones, sino con una planeación consensada, razonable y congruente con el entorno victorense.
En resumen, que no sea una decisión que en la búsqueda legítima de resolver un problema, vaya a crear otro…

SUMA DE ESFUERZOS
No interferir en el mando de los gobernadores en el mando de seguridad pública me parece un acierto del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y en especial en Tamaulipas. Le diré por qué opino así.
Acaba de celebrarse el relevo en la comandancia de la Octava Zona Militar y la ceremonia confirmó la sólida relación institucional del Ejército con el mandatario estatal, Francisco García Cabeza de Vaca, que garantiza el auxilio militar a nuestra Entidad y la suma de esfuerzos que de ello se deriva.
La importancia de mantener en el timón al Gobernador nace de que la autoridad estatal es quien conoce mejor su territorio. Si a eso se agrega el respaldo de las fuerzas armadas y del gobierno federal, a corto plazo deberemos ver una mejora sustancial en ese terreno, dada la voluntad mostrada para lograrlo. Confiemos…

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