Los pendientes más destacados de Peña Nieto son corrupción, impunidad y violencia. Los mexicanos sufrimos el incremento del índice delictivo, la percepción de inseguridad aumenta, la violencia continúa sin control. Un ejemplo, un grupo de asaltantes toma una caseta de cobro en la autopista “Del Sol” en nombre de los 43 desaparecidos estudiantes normalistas. Por cincuenta pesos, menos del 50% del pago formal, los automovilistas cruzan. La presencia policial cuida el orden, es como vender droga en la calle, vende pero sin pleito ni homicidios, pues entonces sí, cárcel. A pesar de que la inversión en seguridad es más de 70 mil millones de pesos, los índices delictivos no disminuyen.
El 50 % de los homicidios son del orden común relacionado con robo, secuestro, pandillerismo, violencia intrafamiliar y violencia en contra de la mujer. Al primer semestre 2017 se habían registrado 24 mil homicidios (dolosos y culposos), los robos se elevaron a 381 mil, con violencia, sin violencia, a casa habitación, a transeúntes y de vehículos. 75% de la población considera su ciudad insegura (Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana) Las ciudades más inseguras son: Villahermosa, Ecatepec, Chilpancingo, Reynosa, Coatzacoalcos y Fresnillo. Los sitios donde la población se siente más vulnerable son, cajero automático, transporte público y el banco.
Entidades y municipios con actividad turística están severamente afectadas, sin embargo la intervención del Gobierno se limita a planes y en coordinar las policías, pero los resultados que deseamos y por los que los mexicanos pagamos, no se logran, sea cual sea el partido político que gobierne, lo que es muestra palpable de que gran parte de la sociedad mexicana está enferma de corrupción, motivada por el placer de provocar daño; deseosa de vivir de manera ilícita de los bienes de terceras personas, alentadas por la impunidad y la complicidad que el estado Mexicano proporciona.
La desaprobación que el pueblo brinda al Ejecutivo federal es la más alta de los últimos 20 años. Las fallas cometidas por Ruiz Esparza, de Comunicaciones y Transportes aunque las echó de ver un socavón, se extienden como hiedra venenosa. Otorgó favores y beneficios a la empresa OHL; canceló el tren rápido México-Querétaro a costa del tropiezo que para el desarrollo nacional dicha obra significa y a pesar de que se debía indemnizar a la empresa japonesa que ganó el contrato de licitación. Se incumplió con el tren turístico peninsular; el sobrecosto en la construcción del tren México-Toluca; y la entrega de pantallas de televisión cuya adquisición y monto está en la opacidad.
Trágico el caso de los 43 estudiantes de la escuela normal Raúl Isidro Burgos, en Iguala, Guerrero. Los padres de los normalistas siguen sin repuesta real sobre el paradero de sus hijos. Se sabe que personal operativo de la Procuraduría General de la República ocultó la libreta de un detenido clave. Sidronio Casarrubias, ex líder de Guerreros Unidos, cártel vinculado a su desaparición el 26 de septiembre 2014, tenía una libreta con nombres y números telefónicos de funcionarios entre ellos el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Omar García, quien en 2014 era coordinador regional de la Policía Federal.
Un lastre tan pesado, al cuello de un pésimo candidato como Meade, propician la derrota del PRI en 2018. En las entidades federativas hay carnicería entre los miembros de los partidos políticos. En Tamaulipas, el PRI está fraccionado; sin liderazgo, sin rumbo, sin relevos; aparecen las caras de siempre “sólo que ahora con arrugas”. El PAN, increíblemente no logra cohesión. Su destino hasta ahora es perder mucho de lo que de manera increíble ganó hace 2 años. Los desechos de guerra que se pertrechan en MORENA están a punto de lograr sus “quince minutos de gloria”.