La época de producción, venta y consumo de azúcar global quedó atrás ante la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta al mundo, en especial a Estados Unidos y México. Las enormes ganancias son historia. La reducción del azúcar en los alimentos es actualidad en el mundo. En Alemania, el comercio realiza campañas para llamar la atención sobre el bajo contenido de azúcar de sus marcas. En Gran Bretaña se aplica impuesto sobre las bebidas refrescantes con alto contenido de azúcar. En países europeos y latinoamericanos, hay semáforos nutricionales en los productos que valoran el contenido de azúcar.
El motivo principal para todas estas medidas es el incremento del sobrepeso y la obesidad global que se relaciona directamente con alto consumo de azúcares. Por ello número de productos sin azúcar o con bajo contenido aumente en el mundo. En un lustro, se ha más que duplicado en el mundo el número de productos de 5 mil en 2012 a más de 10 mil en 2017. Entre las categorías de mayor crecimiento están refrescos y lácteos. Este crecimiento se mantendrá pues el sobrepeso es factor de riesgo para enfermedad cardiovascular, que gravan el sistema sanitario, en consecuencia, cada vez son más los gobiernos que se ocupan del tema.
Desde el punto de vista tecnológico, el azúcar tiene características positivas. Enlaza el agua, conserva, es soluble, portador de sabor y proporciona cuerpo, textura y agradable sensación en boca. Sustituir azúcar por edulcorantes no es opción para fabricantes del sector desde una perspectiva técnica y tecnológica. Se trata de sustituir las múltiples propiedades de la sacarosa mediante la combinación de materias primas. Este es el efecto que logran estabilizantes y texturizantes de Hydrosol. Tecnólogos y científicos han probado la óptima interacción de los diferentes componentes en distintos productos. El resultado son combinaciones individuales de principios activos; yogur, yogur para beber, batidos lácteos y budines, refrescos de frutas y bebidas energéticas; kétchup y cremas vegetales.
Hidrocoloides y almidón ofrecen estabilidad, cuerpo y textura agradable, mientras que las fibras vegetales especiales mejoran la sensación en boca y según la dosis se obtiene alto contenido de fibra en el producto. Para compensar el dulzor, Hydrosol satisface los deseos del cliente con edulcorantes clásicos y económicos o materia prima como stevia, que tiene imagen positiva entre los consumidores. El perfil de sabor se completa con saborizantes naturales.
Los nuevos sistemas funcionales de Hydrosol permiten diferentes contenidos de azúcar, desde bajo hasta cero. Una reducción del 30 al 50 % es relativamente fácil de conseguir en la mayoría de los productos. En general, nos guiamos por la legislación alimentaria europea. Según la misma, los alimentos y bebidas pueden denominarse “bajos en azúcar” cuando contienen 30 % menos que los productos comparables, pero el contenido de energía no debe ser superior a los productos comparables. Para lograr bajo en azúcar es decisiva la consistencia: Los alimentos sólidos como yogur deben tener un máximo de 5 g de azúcar por cada 100 g de alimentos. Para las bebidas lácteas, refrescos y otros líquidos, el límite máximo es 2,5 g por 100 ml. Los productos sin azúcar, no deben superar 0,5 g de azúcar por cada 100 g o 100 ml.