Nos acostumbramos a la violencia y esto no es bueno para nuestra sociedad. Una población insensible es una población peligrosa…”

Isaac Asimov

 

La inseguridad no es un tema nuevo. Ni de lejos.

Ha existido en el mundo desde la noche de los tiempos. No importan colores, siglas, nombres o plataformas. Es de ayer, es de hoy y será de mañana.

Para tratar de ahondar en el tema, le expongo si me permite dos pasajes vividos como testigo directo el primero y a distancia en el segundo.

Corría 1980 o 1981 –mi memoria ya no es tan fiel– y en Tampico, cuando quien escribe era un bisoño reporteroveinteañero, buscaba la alcaldía Joaquín Contreras Cantú. Su lema principal de campaña era precisamente la inseguridad, que en esos días empezaba ya a amenazar al sur del Estado.

Sin la seguridad, decía Joaquín (QEPD), no puede existir nada, no habría desarrollo económico, no habria libertad de tránsito, un patrimonio que nadie nos podría quitar y sobre todo, no existiría la tranquilidad del ciudadano de sentirse protegido junto a sus hijos, vecinos y sociedad en general y tener la certeza de que alguien vela por nuestras vidas e integridad física.

Con esa discursiva Joaquín ganó en forma arrolladora, ayudado también por la aplanadora que era el PRI, pero dejando constancia de que la seguridad ya desde entonces era el valor que más importaba a la gente.

La otra historia sobre el tema es mucho más cercana. Incluye a Enrique Peña Nieto y a Felipe Calderón en la sucesión de éste y con Josefina Vázquez Mota cmo candidata panista a la Pesidencia de la República. La aprobación de Calderón en esos días no era nada despreciable, pero otra vez la inseguridad tomó su papel protagónico y escribió una nueva historia, en esa ocasión a favor del priísta, en el escenario de un México lacerado por la batalla mortal contra el crimen organizado, cuyo balance rojo llevó a los votantes a elegir otra opción.

Hoy, 44 años después de aquella campaña de Joaquín Contreras y 12 después de la de Peña, esa percepción sigue siendo la misma. La población está harta de ver sangre, de perder seres queridos y amigos, de ser despojado de su patrimonio y sentirse en perrmanente peligro en las carreteras, en las calles, en sus negocios y hasta en sus hogares.

Viene al caso todo lo anterior por la bandera principal que ahora enarbola Xochitl Gálvez ante la inseguridad con unlema que cala hasta los huesos: VIVIR SIN MIEDO. Un anhelo que todos, sin excepción, abrigamos.

Como las figuras anteriores, la candidata de la alianza opositora al actual régimen ha elegido como principal trinchera electoral a la inseguridad. El mismo que hizo triunfar a Joaquín y a Enrique. ¿Podría repetirse esa historia hoy ante el atroz baño de sangre que sufre nuestro país?

Es difícil responder a esa pregunta, pero tal vez ayude a encontrarla un apunte extraído de un artículo de Gabriel González-Molina, Doctor en Ciencias Socialesy miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México; publicado en la revista Nexos y cuyo libro más reciente es: Switchers S2: El segmento de la orfandad. Entre el resentimiento y salir adelante.

Como acostumbra decir Catón, lo dejaré sobre la mesa y mealejaré lentamente sin hacer más comentarios. Va:

“En el mercado electoral actual, los aspectos básicos de la supervivencia representan las ventajas comparativas de una candidata sobre otra. En el S2, para Claudia Sheinbaum esta ventaja se encuentra en su promesa de garantizar la permanencia de los programas sociales. Esto es lo único que el segmento S2 le reconoce a casi cuatro meses de iniciada su precampaña.

Pero en el campo de Xóchitl, el abandono en la protección de la integridad física, la violencia y el miedo a la inseguridad representan su ventaja comparativa. Los electores saben que es un precio muy alto el que deben pagar si deciden por la continuidad en este vital tema. Al fin y al cabo, el servicio número uno que debe proporcionar todo gobierno es asegurar la integridad de sus ciudadanos.

Ya iniciadas las campañas, la conclusión que hacen los electores del S2 es que en el tema de las ventajas comparativas (de lo importante para la supervivencia) vivir sin miedo es más importante que garantizar los programas sociales. En otras palabras, a los ojos del switcher , votar por Claudia es pagar un precio prohibitivo, por encima de su capacidad de tolerancia. y que con Xóchitl se abre una esperanza de supervivencia.   

La evidencia que proviene de los mercados de consumo es que quien gana en el campo de las ventajas comparativas alcanza un súbito incremento en su participación de mercado. Es el equivalente a las ofertas de temporada, los descuentos de bajo costo. La estrategia de Xóchitl en el tema de vivir sin miedo puede generarle un aumento de tal magnitud que podría cerrar la supuesta brecha entre ambas candidatas.

Hasta aquí el apunte. Lo demás lo dejo a su respetable juicio…

 

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