¿La historia enseña que la constante son autoritarismo o despotismo sin que haya diferencia en si es izquierda, centro o derecha. La excepción es la democracia con contrapesos al poder, con leyes que protejan las libertades individuales, bajo diálogo racional entre iguales para tomar las mejores decisiones públicas. También enseña que los regímenes tienen debilidad extrema, se corrompen: son inestables; tienden a convertirse en su opuesto.
Ningún imperio dura para siempre, Egisto, Persia, Grecia, Roma, incluso los no imperios como los entonces bárbaros, españoles, germanos, franceses, ingleses, con el paso del tiempo se convirtieron en imperios; la democracia de los Estados Unidos no será para siempre.
En América Latina, desde hace varios lustros, los estudios de opinión muestran que en caso de elegir, el grueso de la población prefiere la igualdad y la seguridad prometidas por una autoridad fuerte, a los riesgos de la libertad y la incertidumbre de la democracia representativa. En el sentimiento colectivo, la convicción de mantener un compromiso de elegir y de tomar decisiones sobre la base de leyes y de respeto a las libertades se desprecia; nos mostramos incapaces de cerrar la puerta a las dictaduras.
De tal tendencia resulta lógico que las democracias liberales caen pronto, en Venezuela de Chávez y Maduro, y Brasil de Bolsonaro. ¿Cuáles son las causas de esta nociva tendencia, de renunciar a la libertad, de dejar sin apoyo social a las democracias? Las democracias liberales de acuerdo a su plan de gobierno demuestran que no son representativas del interés general y presentan agudas insuficiencias en materia de bienestar social, igualdad de oportunidades y respeto a las leyes al no combatir la corrupción, además ignoran promover un sentido colectivo de vida social del que se sienta partícipe el ciudadano.
¿En qué falló el régimen y por qué? En este siglo hubo competencia electoral seria y responsable que permitió alternancias. Se gozó de libertades, de expresión, de conciencia y se vive un nuevo e interesante pluralismo político y de estilos de vida. Los presidentes de la transición han estado acotados, y ha habido distribución del poder a gobiernos estatales, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en las Cámaras; encarcelamiento de gobernadores y ex gobernadores sin paralelo en la historia por corrupción del sistema político. No le tembló la mano a Peña Nieto para hacerlo, tal atrocidad era imposible de solapar. Elba Gordillo fue a la cárcel. Son logros de importancia histórica y valor ético, pero al mirar la otra cara de la moneda; pobreza, desequilibrio social, violencia, corrupción e insatisfacción ciudadana con su gobierno, ¿serán causas del fallo del sistema?
El presidente López habla de Cuarta Transformación, luego de Independencia, Reforma y Revolución. Borra la transición a la Democracia de la que él resultó beneficiado, como si hubiese sido etapa de calamidad nacional, que precisa ser borrada, a pesar de que fue la democracia, con carencias, la que permitió a López ser presidente.
¿Estos años de construcción democrática no han servido? El encarcelamiento de Rosario Robles tiene varios efectos, uno la revancha como sucedió a Elba Gordillo por abandonar el nido e irse con el enemigo, el otro, su sucesor en SEDESOL fue José Antonio Meade, rival de elección del hoy presidente López. Aunque se sirva caliente, la venganza es un apetecible platillo emocional que libera de rabia, ira, desazón; frustración, emociones que dominan al presidente López. Ojalá le sirva esta liberación para que mejore sus decisiones a favor de los mexicanos, sin distingos, no como lo ha hecho, a favor de sus adoradores y además de compras en el mercado, pretendiendo adquirir más.