Finalmente, este fin de semana los alcaldes y aspirantes a serlo se registraron ante sus comités municipales con la intención de convertirse en los candidatos del PRI a las Presidencias Municipales. Después de una larga agonía y luego de analizarlo bien el partido más “dolido” de la historia reciente eligió a sus gallos de pelea para la jornada del mes de Julio, una contienda que no pinta nada fácil a como estaban acostumbrados hace algunos ayeres.
En Victoria Oscar Almaraz Smer llegó con porra incluida a realizar su registro; acompañado de un buen número de gente se presentó ante el Comité municipal en donde manifestó su intención de reelegirse lo que en un principio se creyó no ocurriría.
Recordemos que la capital del Estado ha sido uno de los municipios más golpeados por los panistas, primero con el despido de burócratas (casi medio Victoria trabajaba para el PRI-Gobierno) y luego con el desprecio a los proveedores favoritos del reinado del PRI, es decir, la mayoría de los victorenses empresarios.
Oscar Almaraz por ser de los pocos sobrevivientes de la dinastía tricolor y actual responsable de la presidencia municipal tiene muchos puntos a su favor sí tomamos en cuenta el trabajo a marchas forzadas y a contracorriente que ha realizado; el descontento de la población en el centro del estado y lo pobre de la imagen del candidato del PAN, Xicoténcatl González Uresti.
No podemos negar que el médico victorense tiene un gran carisma, es un personaje inigualable en la capital que ha logrado captar la atención de la población, sin embargo, su falta de propuestas (desde la pasada contienda), poca experiencia y escasos resultados al frente de la corta responsabilidad que tuvo como director general del Hospital General, no ayudan en mucho.
En Matamoros Chuchín de la Garza del PRI se enfrentará al diputado con licencia, Carlos García del PAN, quien solo dejó la Presidencia del Grupo de Coordinación Política, desapareció del mapa tamaulipeco. El liderazgo en el Congreso le daba mucho cuadro e imagen al político matamorense sin embargo su licencia lo ha mantenido alejado de los reflectores, aunque a él solo le importa, por el momento los habitantes de su ciudad natal.
En Matamoros los panistas están reforzados por la fuerte influencia que tiene otro diputado azul y su familia, Ramiro Salazar, aunque desconocemos sí la revancha que se ha aplicado en contra de una de sus hijas, Lety Salazar, lo impulse a dejar de apoyar a los suyos.
Y es que por un lado está el marque que se le está dando a la ex alcaldesa de Matamoros, a quien por cierto este fin de semana le retiraron la visa tras el escándalo de los elementos de la Marina que integraban su grupo de escoltas denominado “Hércules”, y por el otro el impulso que está recibiendo su otra hija, Verónica, en el puesto de representación del estado en Matamoros que le otorgó el propio gobernador.
Ya que andamos por la frontera, el polémico alcalde Diego Guajardo Anzaldúa también se registró por el PRI a la reelección en Rio Bravo. Guajardo Anzaldúa es el chistoso ese que ha utilizado ridículas actuaciones para mostrarse simpático en videos que comparte a través de sus redes sociales.
Ya ni recuerdo sí fueron dos o tres las ediciones que compartió a sus seguidores en donde sale cantando y bailando, con la intención de dar a conocer sus obras, mismas que generaron una gran cantidad de reacciones, en su mayoría burlas.
Y así es como llegan los priistas a la contienda a escasos 4 meses del día de las elecciones.
Que Dios lo bendiga, gracias
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