Desecharon todo. El Partido Acción Nacional y su impugnación quedó reducida a boronas luego de que los 7 magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación votaran por unanimidad validar la elección de Américo Villarreal como gobernador de Tamaulipas.

Desestimaron su inelegibilidad por haberse reintegrado al Senado. Los azules se agarraron del artículo 79 fracción cuarta que establece que “no pueden desempeñar el cargo de gobernador del estado por elección los que desempeñen algún cargo de la federación a menos de que se separen 120 días antes de la elección” y bajo ese argumento pretendían tumbar la elección, pero no contaban con la interpretación de los magistrados de separarse “antes del día de la elección” y no del día de la toma de protesta.

Eso sí, el haber solicitado incorporarse al Senado, después desistir de ello y finalmente volver a solicitar licencia fue calificado por muchos como un error del equipo del gobernador electo, un acto desesperando ante la presunta orden de aprehensión que había sido girada en su contra por la Fiscalía estatal.

Los azules tampoco pudieron acreditar la intervención del crimen organizado durante la jornada electoral o los nexos de éste con el candidato de MORENA, las pruebas que presentaron fueron viejas, del 2019, según se dijo durante la sesión, y ninguna de ellas vinculantes.

Y así, poco a poco fueron cayendo los argumentos que juraban eran sólidos para tumbar la elección del pasado 5 de junio. Américo Villarreal tomará protesta mañana como gobernador constitucional y hará historia en Tamaulipas, como hace seis años los panistas hicieron lo mismo con la llegada de Cabeza de Vaca.

La gente votó y volvió a votar por la alternancia.

La polémica ahora se centra en el lugar donde se habrá de tomar protesta como gobernador constitucional. Los morenos pretenden convertir el Teatro del Pueblo en un recinto oficial para que sea ahí, frente a toda la gente, que Américo Villarreal tome protesta como gobernador, sin embargo, esto será impedido por los diputados azueles.

AVA tendrá que acudir el sábado al Congreso del Estado y ahí frente a los actuales poderes, divididos todos, hacer la toma de protesta oficial, lo que seguramente ocurrirá entre gritos y chiflidos, tomando en cuenta la conducta que han mostrado en anteriores ocasiones los señores diputados cuando de asuntos políticos se trata. Ahí tendrá que estar también Cabeza de Vaca.

Posteriormente se trasladará al Teatro del Pueblo, enfrente, en el recinto ferial en donde entonces hará lo propio, pero ahora frente “al pueblo de Tamaulipas” y el montón de invitados de primer nivel que tendrá en su primer evento constitucional.

 Por cierto, se espera ver aquí en Victoria a las famosas “corcholatas” del presidente, incluidos lo que fueron tema durante la larga sesión del TEPJF, me refiero al secretario de Gobernación y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

El reto es grande. Américo Villarreal no puede quedarle mal al pueblo de Tamaulipas, lo dijo el propio presidente.

Que Dios los bendiga, ¡gracias! Leo sus comentarios en mis redes sociales