¿Amenaza o estrategia de Gattás?

 

Este jueves en las reuniones de café y corrillos políticos donde se comentó la “supuesta” amenaza de muerte al alcalde de Victoria, hubo escepticismo, nadie o muy pocos de los “cafetólogos” expertos en el quehacer políticos dieron credibilidad a la denuncia de Eduardo Gattás, y esto me dio pie para realizar 17 llamadas a diferentes personas que cuentan con la experiencia que dan los años, en el quehacer público, y sólo dos le obsequiaron el beneficio de la duda.

La mayor parte de los observadores  piensan que la ocurrencia de Gattás, persigue un interés en estos tiempos en que su líder nacional está en el centro del huracán mediático, y que él mismo está siendo objeto de investigaciones por parte de la UIF. Consideran que quizá es una estrategia  para distraer la atención pública, o por lo menos eso debe esperarse.

De tal manera, que la denuncia que tentativamente hará en la Secretaría de Gobernación, por supuestas “amenazas de muerte” despierta suspicacias.

Ni los Ediles más conspicuos, con verdadero liderazgo, mayor influencia por gobernar poblaciones más grandes y con mayor presupuesto, que son los casos de Carmen Lilia Canturosas, en Nuevo Laredo, Adrián Oseguera en Madero o Mario López en Matamoros, han sido objeto de algo similar a la historia que cuenta el de Victoria, ni siquiera dos de ellos que ejercen su reelección.

Ahora, si esta historia es un argumento para contratar el servicio de escoltas, que tanto censuraron los morenistas en anteriores administraciones, pues ya tiene la solución. De hecho nadie se sorprenderá, ni censurará, que contrate “guaruras” profesionales a cargo del erario público, todos estamos conscientes de que cualquier alcalde representa una oportunidad ($$$) de atentados o secuestro de sus familiares.

Tiene suerte Gattás de que sólo le enviarán mensajes (uno o varios, no sabemos), que quizá son broma.  La historia está llena de experiencias, a Eugenio Hernández siendo gobernador lo bajaron de su camioneta (no sirvieron los escoltas) y lo raparon, para demostrarle lo indefenso que estaba, pese a la protección que llevaba.

Esta clase de mensajes para que tengan impacto en el “afectado” va acompañada de una acción que lo haga verdaderamente reflexionar, no son simples mensajes, eso hay que dejarlo para los enamorados. ¿Cuáles son esas acciones? Bloquean su vehículo, lo bajan, le dan un par de golpes a sus guaruras enfrente de él, para que compruebe que estos no lo pueden salvar en una emergencia, y el mensaje es <la próxima vez te toca a ti>.

Esos episodios son reales, y los afectados usualmente callan, porque la declaración mediática, o ante una autoridad no los va a proteger, ni siquiera del ridículo, no les va dar la solución, pero Gattás lo que busca es un golpe mediático.

Si ese era el propósito, ya con estas líneas aporté mi cuota.

            LORET Y EL WASHINGTON POST

Carlos Loret Saltó de un espacio de primera importancia en la televisión mexicana para ubicarse en uno de los periódicos más importantes y antiguos de Estados Unidos, el Washington Post, un medio que reúne a varios Premios Pulitzer y que por su redacción han pasado periodistas de la talla de Bob Woodward y Carl Bernstein, quienes fueron autores de las investigaciones que desembocaron en el Wateergate que provocó la caída del Presidente Richard Nixon.

El mismo periódico que ostenta hoy un Pulitzer por poner al descubierto manejos ilegales de Donal Trump, siendo Presidente de los Estados Unidos.

Por esos y otros muchos episodios políticos y sociales el Washington Post es muy respetado en su país. Ese es el tamaño del actual patrón de Carlos Loret, que ahora forma parte del círculo sobresaliente del periodismo internacional.

Loret está en el lugar preciso, donde poner al descubierto las actuaciones de la familia en el poder de nuestro país, será un tema debidamente valorado  y con la imposibilidad de detenerlo, porque el Post sabe que estos actos mediáticos se convierten en circulación y ésta a la vez en escaparate de publicidad.

Ni Nixon, ni Trump con sus respectivos presupuestos de comunicación social lograron cambiar el rumbo de las historias que ya conocemos.

Los asesores del Presidente no han dimensionado las tierras movedizas en que están caminando. ¿O se habrán dado cuenta?