La contingencia por las lluvias no cesa en Tamaulipas, primero era la falta de precipitaciones lo que estaba generando la muerte de cabezas de ganado y la pérdida de los productos sembrados, ahora es la abundancia de éstas lo que está afectando, no a los ganaderos ni los agricultores si no a las familias ubicadas en zonas de riesgo; lo que es peor no es solo una zona de la entidad en la que se enfocan las afectaciones si no las tres regiones (norte, centro y sur) en donde familias se han visto afectadas por las inundaciones, desbordes y deslaves.

Primero fue la frontera de Nuevo Laredo la que se vio afectada tras el desbordamiento del Rio Bravo, decenas de familias tuvieron que ser evacuadas por elementos de la SEDENA que se vio obligado a implementar el Plan DNIII, es fecha que la situación sigue en alerta pues las precipitaciones no cesarán ni en Tamaulipas ni en Coahuila ni Nuevo León, lo que complica el panorama.

Por cierto, quien está aprovechando al por mayor los reflectores es el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuellar quien inteligentemente recorre las zonas más devastadas por las inundaciones, anda como muchacho en campaña entregando apoyos por todos lados, muy pegado del Secretario de Desarrollo Social, Gerardo Peña. La primera autoridad y el funcionario estatal están desempeñando tan bien su chamba que hasta pensaríamos que uno anda buscando la reelección y el otro la candidatura a una posición federal.

Cabe mencionar que, en solidaridad por los afectados, la presidenta del DIF municipal decidió ahorrarse el gasto que aplicaría en su informe, que decidió suspender, para donarlo a los afectados, lo mismo que los directores de área a quienes les obligaron a dar el 20 por ciento de su sueldo para la misma causa. Algo así como lo que hicieron los actores políticos del momento para los afectados de los sismos en el centro y sur del país.

Después siguió la zona sur del Estado. El municipio más afectado fue Altamira en donde se han incluso suspendido las clases por los daños que presentan los planteles y los que no, se han convertido en albergues. Recordemos que hace casi un año (la fecha se cumple en noviembre), las lluvias de la pasada temporada de huracanes generaron tantos daños que zonas de Tampico, Madero y Altamira fueron declarados por la SEGOB como zona de desastre natural lo que les dio el pase directo para acceder a los recursos del FONDEN, pero, aunque Osorio Chong es bien nuestro amigo, es fecha que el dinero no ha llegado.

Contrario al protagonismo del alcalde fronterizo, en Madero Andrés Zorrilla ha trascendido, pero solo por la ola de despidos que ha ordenado en las últimas semanas; se trata de más de 200 empleados que han quedado en “stand by” hasta nuevo aviso y el número podría ascender hasta los 400. Desconocemos la intención del alcalde panista o la justificación para dejar sin fuente de trabajo a tantas familias en su municipio, pero seguramente tendrá un buen pretexto que esperemos presente cuánto antes.

Finalmente, en la zona centro no cantamos mal las rancheras, son al menos 200 habitantes de los municipios de Güémez e Hidalgo quienes permanecen incomunicados tras el desborde del Rio Corona el cual dañó los accesos a las comunidades ejidales y ahora no ven manera de salir. Son zonas muy lejanas a donde no llegan los reflectores per igual son tamaulipecos que requieren del apoyo de las autoridades y también votan.

Hasta el momento desconocemos las acciones que se hayan implementado, lejos de las de protección civil, para ayudar a despejar las áreas y las familias seguían pidiendo apoyo.

Que Dios lo bendiga, gracias.

Twitter: @denisseromerom