En su sesión más reciente, la bancada local del PAN hizo aprobar un punto de acuerdo para emitir un exhorto al gobierno federal, a efecto de que emprenda la rehabilitación de tramos de la carretera ribereña.
Hablamos de la rúa que arranca en Nuevo Laredo y termina en Reynosa luego de atravesar Nueva Ciudad Guerrero, Ciudad Mier, Ciudad Miguel Alemán, Camargo y Ciudad Díaz Ordaz.
Recientemente hicimos el recorrido por esa ruta y padecimos el traqueteo del vehículo al caer en los pozos de manera intermitente, algunos tan violentos que amenazaron con lanzarlo fuera de la carpeta asfáltica, con riesgo de volcar.
Si los diputados locales que pertenecen al partido del gobierno, fueron capaces de ponerse enérgicos y furiosos contra el gobierno federal, por el mal estado de la carretera de la frontera chica, es porque se informaron previamente que no es competencia del gobierno local panista.
Los “representantes populares” del PAN son incapaces de alzarle la voz al Gobernador Cabeza de Vaca, porque conocen su temperamento iracundo y su capacidad de represalia.
En algún tiempo pasado, tramos de la carretera ribereña eran catalogados como caminos locales, de tal manera que era responsabilidad del gobierno tamaulipeco mantenerlos en buenas condiciones.
Por cierto, el Congreso local, de mayoría MORENA, aclaró en voz de su pastor Armando Zertuche Zuani, que continúa adelante el proceso jurídico para darle vigencia al desafuero dictado desde la cámara federal de diputados, contra Cabeza de Vaca.
A través de herramientas jurídicas, el Gobernador panista mantiene congelado ese ordenamiento judicial en su contra, pero más tarde que temprano tendrá que afrontar la decisión de quedarse sin inmunidad procesal.
Mientras eso ocurre, Cabeza de Vaca es virtualmente un prófugo, anda a salto de mata, escondido, dejando tirado al gobierno pero sin soltar la caja de las galletas, que es su máxima prioridad.
Zertuche Zuani hace malabarismos con los votos del PRI y de Gustavo Cárdenas, del Movimiento Ciudadano, para empatarlos contra los de la bancada del PAN y mantener un equilibrio.
Nunca había sido tan descarado el uso de la conciencia legislativa como moneda de cambio, como lo demuestra el chaquetazo de dos diputadas que llegaron al Congreso local con las siglas de MORENA, pero luego se pintaron de azul.
El partido fundado por López Obrador está desdibujado en Tamaulipas, a pesar de que mantiene el control del Congreso local y gobierna en algunos de los más grandes municipios.
Con miras a la sucesión sexenal, este partido es el que mantiene el más grande número de pre-candidatos, pero además, todos con muy buenas calificaciones, si descontamos al Guasón.
Rodolfo González Valderrama es el favorito para la nominación, por reunir el perfil idóneo, pues además de competencia, habilidades, talentos tiene la experiencia de haber manejado la delegación (ahora municipio) de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
Tampoco se puede soslayar que es fundador de MORENA y amigo de muchos años, de Andrés Manuel López Obrador.
Para darle sabor al caldo, un señor de experiencia acumulada (abuelito), de nombre Enrique Torres, se sigue ostentando como presidente de MORENA en Tamaulipas a pesar de que fue destituido hace meses.
Pero no solo eso, sino que don Enrique se presenta como candidato a Gobernador, seguramente cumpliendo un rol o script que le dieron desde palacio de gobierno, pues el respetable señor no ganaría ni una regiduría. Es un perfecto desconocido.
En tanto que en el PAN no hay dudas que César Verástegui Ostos es la carta que jugará en la tómbola sexenal del año 2022.
No está confirmado pero tampoco descartado, que el PRI mandará a la contienda a uno de sus más genuinos representantes, Enrique Cárdenas del Avellano, ex diputado federal, ex diputado local, ex presidente del partido tricolor, y muchos otros ex.
Enrique tiene suficiente capital político y capital económico, para ganar la gubernatura, y no tiene validez ni rigor usar como referente, su derrota ante Oscar Almaraz Smer por la diputación federal, en junio de 2021.
Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, diría el filósofo.
En otros temas, se desmintió pero con poco vigor, la versión de la renuncia del gerente de la COMAPA victorense, Eliseo García, una dependencia super-quebrada y foco de corrupción.
Se está tardando el flamante presidente municipal Eduardo Gattas, en poner orden en la empresa a pesar de que está paralizada, sin suministro eléctrico, ni materiales para reparar las casi dos mil fugas de agua registradas.
Por su parte, Maki Ortiz Domínguez continúa recorriendo municipios en una pre-campaña de proselitismo pues quiere la señora ser candidata a Gobernadora. Periodistas fronterizos documentan la ostentación y derroche de lujo y dinero, que contrasta con el desastre que dejó en Reynosa, desde la presidencia municipal.
Cumple años Wayo Roux, la leyenda musical de Reynosa.

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