Hoy se cumple una semana del doble asesinato ocurrido en Victoria, el del periodista Antonio de la Cruz y el de su hija Cinthya de 23 años. Ambos murieron a causa de los disparos de arma de fuego que recibieron la mañana del miércoles 29 de junio cuando salían de su domicilio rumbo al trabajo.
La fiscalía general de Justicia de Tamaulipas y el gobierno del estado se comprometieron a dar con los culpables, Irving Barrios aseguró que había cámaras de video vigilancia en la zona y testimonio de vecinos; el gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca se comprometió en entrevista que daría con el o los responsables y el secretario general de Gobierno, Gerardo Peña, dijo a los periodistas molestos que fueron a manifestarse a Palacio estatal que antes de que concluyera la actual administración, es decir antes de octubre, habría resultados. Aún no los hay.
Recordemos que pese a las expresiones anteriores es la fiscalía general de la República la que atrajo el caso, al tratarse de un atentado en contra de la libertad de expresión, sin embargo, ésta tampoco ha mostrado avances en las investigaciones.
Es realmente preocupante lo que ocurre en el país, los niveles de inseguridad se han disparado y este sexenio en particular se han incrementado los asesinatos en contra de los que se dedican a la labor de informar; el 2022 ha sido complicado para los comunicadores y sí no alzamos la voz y exigimos garantías no habrá manera de detener este delito.
Acá se anunció en su momento con bombo platillo el Mecanismo de protección a periodistas y las leyes para defenderlos, pero nada de eso ha servido para garantizar nuestra labor.
Los casos no so exclusivos de Tamaulipas, aunque en lo que va de los últimos 6 años 3 periodistas han sido asesinados, pero lo mismo ocurre en Veracruz, Baja California, Oaxaca, Zacatecas, Michoacán, Sonora, y así le podemos seguir si tomamos en cuenta años anteriores.
“En un Estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres”
Leo sus comentarios en mis redes sociales, que Dios los bendiga, gracias.