Todo empezó con un email que llego a la cuenta general de nuestro organismo. Una de las grandes virtudes de mi papá, Don José Sulaimán, fue atender absolutamente todos los temas que llegaran, todo quien lo busco por carta, email, llamada o visita. Jill Diamond escribió una larga carta pidiendo que se dignificara el boxeo femenil. Jill perdió a su esposo al terrible demonio del cáncer y el destino la llevo a encontrar sentido en la vida cuando el boxeo apareció en su vida. Empezó a entrenar boxeo en el gimnasio Méndez en Manhattan y encontró la hermandad que existe en el noble deporte de los puños.

Ese email fue contestado por mi papá y de ahí siguió una eventual reunión en Los Angeles y una cadena interminable de comunicaciones hasta que Jill viajo a TorreMolinos, España para unirse al Wbc en la convención anual del organismo. Nació el campeonato mundial femenil y fue precisamente Jacky La princesa Azteca” la primer mujer en conquistar dicho campeonato”. El boxeo femenil es una realidad y mantiene crecimiento orgánico año tras año.
Jill continuó reconociendo la nobleza de los boxeadores, del deporte y de todos los miembros del Consejo Mundial de Boxeo y entonces presento su propuesta de crear un programa único basado en los principios de Responsabilidad Social, fue asi como nació WBC CARES “Big Champions supporting Little Champions”.

Campeones, miembros de la Junta de Gobierno, oficiales de ring, miembros de medios de comunicación, promotores, managers, entrenadores , en fin, cualquier miembro de la comunidad del boxeo, de los 170 países afiliados al WBC participan activamente en los eventos WBC Cares; Visitas a hospitales de niños, escuelas, gimnasios , orfanatorios, centros de rehabilitación, centros de readaptación y hasta reclusorios. Visitas llenas de amor, mensajes de esperanza, inspiración y resiliencia. Juguetes, regalos, autógrafos y fotografías, momentos inolvidables y memorias eternas para tantas personas que en momentos de fragilidad necesitan una señal para entender que, asi como los campeones en el ring, con trabajo, perseverancia, fe, sacrificio y confianza se pueden resolver obstáculos que se presentan en la vida.

Estamos celebrando el 15 aniversario de esta bellísima iniciativa que José Sulaimán y Jill Diamond crearon y que a travez de los años miles de personas se han sumado. Tenemos 26 capítulos alrededor del mundo con programas continuos durante el año, así como visitas y eventos recurrentes alrededor del mundo. Mi esposa Christiane Manzur dirige las actividades en México y esto le ha cambiado la vida. El poder servir con el corazón en la mano y vivir con pasión cada acción, cada momento, cada visita le ha servido para entender por qué mi papa y ahora yo dedicamos nuestra vida a este gran deporte.

¿Sabías qué?

La primer visita WBC Cares fue programada en el Children’s Hospital de Los Angeles. Días antes recibimos un comunicado que nos consterno, algún comité del hospital se manifestó en contra de recibir “boxeadores” para visitar a sus pacientes, algo que comúnmente nuestro deporte sufre, ese prejuicio irresponsable que raya en discriminación. Finalmente la visita fue aprobada y Genaro “Chicanito” Hernández y Erik “Terrible” Morales, acompañados de Jill recorrieron diversos módulos y saludaron niños y familiares luchando contra el cáncer. Fue un momento que sembró la fundación de lo que hoy se vive en todo el mundo. Fue exitosa, supero las expectativas y las sonrisas e ilusión de todos fueron impresionantes. Chicanito Hernández quedo marcado, impactado por las emociones que vivió ese día. Días después, el regreso por su cuenta y llevó Nintendos para regalar a todos los pequeños que visito días antes. Tiempo después resulta que nuestro querido campeón fue diagnosticado con cáncer. Un día recibió una carta de un pequeñín quien le suplicaba se recuperara, alentando a seguir como campeón. Chicanito perdió la batalla y falleció y desde entonces ha servido como una inspiración para WBC Cares como nuestro campeón eterno.

Anécdota de hoy:

Jill había sostenido comunicaciones con mi papa por email y algunas llamadas. Finalmente acordaron reunirse en Los Angeles ya que estaba ahí para una cirugía de la vesícula. Jill llego al hotel Westwood Marquis, uno de los lugares favoritos de mi papa, y llamo a mi papa quien estaba con muchas molestias. Jill sensiblemente le dice “ Por favor Don José no se preocupe nos podemos reunir en el futuro, veo que no se siente muy bien” , mi papa le respondió “ No Jill no se preocupe, vamos al restaurante y ahí podemos platicar y la verdad tengo mucha hambre “ …. Así fue Don José , la comida su pasión y en esa platica nació WBC CARES.