Un año lleno acontecimientos inolvidables que han marcado mi vida, muchas buenas, algunas difíciles y un par de sucesos históricos.
Empecé con gran incertidumbre y gran pesar por la reciente pérdida de mi mamá, pero la actividad empezó desde los primeros días y nunca paró por el resto del 2025.
Estuve fuera de casa 213 días haciendo viajes muy largos y otros hasta de un solo día, en realidad terminé exhausto, pero valió absolutamente la pena; viajé a Arabia Saudita 7 veces, también fui a Japón, Tailandia, Londres, Roma, Turquía, Croacia, Puerto Rico, El Salvador, Panamá, varias ciudades de Estados Unidos y nuestro país.
Uno de los grandes logros fue llevar a realidad el sueño de Don José, la copa mundial de boxeo profesional, esto logró bajo el patrocinio de Turki Alalshikh y requirió la dedicación y pasión de un gran equipo de trabajo formado por personas de todo el mundo; fueron 5 funciones de boxeo, todas en Riyadh, 128 peleadores, 72 países representados y muchas vidas cambiaron a raíz de esta inolvidable experiencia.
Lo más triste fue precisamente al día siguiente del terminar la primera fase del Grand Prix, el adorado Santo Padre se fue dejando profundo dolor en la humanidad; el Papa Francisco nos enseñó un milagro de cómo se recuperó exclusivamente para oficiar la misa de Pascua y fallecer a las pocas horas.
La cantidad y calidad de peleas fueron espectaculares en todos los sentidos, campeones peleando contra los mejores, campeones indiscutidos, peleas dramáticas y nocauts espectaculares.
Llegó Dana White, el de la UFC, Nick Kahn de WWE con su grupo de millonarios para tratar de implementar su modelo de negocio, pero en boxeo; han hecho mucho ruido a base de amenazas, insultos y con su bullying característico publicitado en sus plataformas propias y espacios en medios comprados y pseudo reporteros como son sus porristas.
Nada ni nadie está por encima del boxeo, es el deporte de quienes vienen de las cunas más humildes y siempre estará el Consejo Mundial de Boxeo y miles de personas de la comunidad boxística mundial que estarán para defenderlos.
Nuestra convención anual celebrada en Bangkok fue impresionante, con la asistencia de cerca de dos mil personas en la que se preparó un gran plan de trabajo para 2026 y se crearon memorias inolvidables que llevaremos en el corazón todos quienes estuvimos ahí.
Esta Navidad fue muy especial, pues por primera vez en once años logramos estar juntos los seis hermanos. Fue una noche mágica en la que platicamos mucho, nos reímos como siempre contando historias y anécdotas, cenamos delicioso y pusimos los teléfonos a un lado para sentir y convivir con quien debe de ser en la Nochebuena.

La familia es lo más importante para lograr un balance emocional y saber que unidos todo siempre estará bien todo.
Realicé dos viajes especiales para visitar dos personas muy importantes en vida. Visité al Sr. Honda en Japón, quien tiene más de un año de no viajar; él perdió el primero de enero a quien tomara su vida como madre y padre a la vez, Miss Nagano, y ha tenido que dejar todo para encargarse de la gran actividad boxística en su empresa Teiken. También volé a Miami a visitar a Don King, quien a sus 94 años ha tenido problemas de salud. Fui con Julio César Chávez única y exclusivamente a visitarlo y darle cariño y un momento de alegría. King y Honda son las personas con quien crecí en este mundo del boxeo y donde formé mis más preciados recuerdos y vivencias inolvidables.
¿Sabías que… iniciamos el 2026 con importantes combates de campeonato mundial? El 10 de enero el campeón mundial interino WBC de peso completo defenderá su corona ante su público en Alemania, en lo que será el regreso del boxeo a ese país un año después de haber celebrado nuestra convención en Hamburgo.
Anécdota de hoy… la Navidad me trae recuerdos muy especiales, pues mis papás siempre hicieron todo lo posible para que nosotros como hijos disfrutáramos al máximo la magia de las fechas decembrinas. Don José nos contaba año tras año la historia de los Reyes Magos y ese cuarto que se quedó en el camino ayudando a los más necesitados, quien era Santa Claus; también siempre nos tenían regalos especiales y la cena preparada por Doña Martha era una delicia. Siempre al terminar la cena, mi papá se ausentaba por algún tiempo hasta que descubrimos de niños que al preguntarle: “Hijitos, salí a llevarle cena al velador de nuestra fábrica, quien por trabajar no puede pasar la Navidad con su familia”.