La Copa América pintaba para ser un fracaso monumental debido a todos los obstáculos que afrontó a los pocos días de iniciar la competencia, como el cambio de sede de última hora a Brasil y los positivos que se dieron en algunas selecciones.

Sin embargo, todos los inconvenientes se fueron olvidando sobre el terreno de juego, donde los jugadores hicieron su parte para llevar a buen puerto el torneo continental más antiguo del mundo.

Y como un premio a esta resistencia, hoy la Copa América disfrutará una vez más de la final soñada: Brasil vs. Argentina. Con sus máximos referentes de esta última época: Lionel Messi vs. Neymar.

Con este encuentro, el que todos esperaban, la Copa podrá presumir de un éxito que al principio no se le auguraba, y más si ambas estrellas son capaces de conducir a sus selecciones a uno de esos partidos memorables, con una ligera ventaja para los locales que han sido impecables, ganando todos sus juegos y con la estadística de nunca haber perdido este torneo en su país.

Pero del otro lado está la albiceleste y la obsesión de Messi. El mejor jugador de esta generación busca dejar un legado que demuestre que su paso no fue intrascendente; con el paso de los años, las oportunidades serán menos, quizá ésta sea una de las últimas que tendrá.

Lionel Messi ha dejado en segundo plano su renovación con Barcelona porque la cabeza solo la tiene para la selección de Argentina y esta Copa América. Después de haber perdido tres finales de este torneo (2007, 2015 y 2016), así como la Copa del Mundo de 2014 -precisamente en el Maracaná de Brasil-, un título con su representativo nacional es el mayor sueño de Messi. Para cumplirlo tendrá que pasar por encima de uno de sus mejores amigos, Neymar, quien se quitó esta deuda hace dos años, cuando alzó la Copa en casa. La moneda está en el aire.

 

EUROPA TENDRÁ NUEVO REY

El mítico estadio de Wembley será el escenario donde este domingo Inglaterra e Italia buscarán levantar el título de la Eurocopa. Una oportunidad de oro para Los Tres Leones, que sueñan con coronar el gran torneo realizado frente a su público, una afición que está sedienta de gloria y muy esperanzada con la generación que comanda Gareth Southgate.

Y no es para menos, la Eurocopa ha confirmado el buen trabajo que se hizo en el Mundial de Rusia –en el que fueron semifinalistas– y ahora son finalistas invictos, con cinco victorias y un empate; además, solo recibieron un gol en todo el torneo y lograron convertir 10 goles. Inglaterra arriba a este cotejo luego de vencer en tiempos extras, y de forma polémica, a Dinamarca, 2-1. El gol de la victoria para los ingleses cayó en el primer tiempo extra, minuto 104, luego de que Sterling cayera dentro del área vikinga y el árbitro marcara penalti muy dudoso.

Pero la tarea no es sencilla. Enfrente está una Italia en pleno resurgimiento, luego del peor fracaso de su historia al no a la Copa del Mundo de 2018, y que en las dos ediciones anteriores (Sudáfrica 2010 y Brasil 2014) se quedó en la fase de grupos, este equipo ha levantado de nueva cuenta la mano; ahora buscará, después de 53 años, levantar su segundo trofeo europeo. El cuadro azzurri cerró de forma invicta, con cinco victorias y un empate, con tres goles en contra y 12 a favor.

Eso sí, en semifinales frente a España, los italianos sufrieron más, pues en el tiempo reglamentario y extras terminaron con la igualdad de 1-1, por lo que definieron su pase desde los once pasos. Cabe recordar que la primera Final de Italia en este torneo fue en 1968, donde fue anfitrión y se coronó al derrotar a Yugoslavia; 32 años después, en el 2000, se midió a Francia en su segunda oportunidad, pero perdió 2-1 en tiempo extra con anotación de David Trezeguet.