Una vez más les escribo desde Arabia Saudita, muy contento y emocionado por lo que vivimos este domingo en las semifinales del Riyadh Season WBC Boxing Grand Prix. Qué calidad de peleas: vimos nocauts, algunas peleas que se fueron a la decisión y a 16 peleadores que dejaron todo en el ring. Ocho de ellos regresan a casa luego de haber tenido una maravillosa participación y otros ocho volverán en diciembre a Riad para las finales en las categorías de peso pluma, superligero, mediano y pesado.

Las semifinales del WBC Boxing Grand Prix han sido un reflejo de lo que representa nuestro querido deporte: pasión, disciplina, belleza y caballerosidad. En cada uno de estos combates fuimos testigos de la elegancia y entrega de los guerreros en el ring; se enfrentan con respeto mutuo y con la gloria como única ambición.

Fueron cuatro días y el domingo ocho combates que pudieron ser vistos en todo el mundo gracias a DAZN, donde se pudo apreciar el talento de los jóvenes, un regalo para los aficionados y una gran responsabilidad para nosotros.

Con las finales programadas para diciembre, el cierre del año promete ser espectacular. Serán combates que pasarán a la historia. Entre esos finalistas hay un mexicano, Brandon Mosqueda, quien enfrentará en la final a Muhamet Qamili y que sin duda será una gran pelea.

Por otro lado, no puedo dejar de resaltar la magnífica pelea entre Lourdes “La Pequeña Lulú” Juárez y Yésica Nery Plata, dos campeonas que ofrecieron una auténtica guerra sobre el ring. Fue un duelo técnico, aguerrido y emocionante, con una calidad digna de los grandes escenarios. Este tipo de combates son los que elevan el boxeo femenil a nuevas alturas y consolidan a nuestras campeonas como verdaderos íconos del deporte.

También me llena de orgullo hablar del Primer Torneo Mundial WBC, que se celebró en Tijuana, un evento que impulsa el talento joven y brinda a las nuevas generaciones la oportunidad de vivir la experiencia del boxeo a nivel mundial. Ver tantos países representados, tantas banderas ondeando y tantos sueños encontrándose en un mismo cuadrilátero, es una experiencia que nos recuerda que el boxeo es también unidad, inclusión y esperanza.

Fueron cinco días de intensa actividad en la que se legalizaron 328 combates.

¿Sabías qué…? El Riyadh Season WBC Boxing Grand Prix tuvo su primera etapa en abril, a la que llegaron 128 boxeadores de 41 países, dejando todo en el ring en busca de aprovechar una de las mayores oportunidades en sus carreras. Y seis meses después, luego de completadas esas primeras cuatro etapas y con las finales definidas, solo quedan ocho pugilistas, todos de diferentes naciones, y con cuatro peleas que seguramente cerrarán el torneo con broche de oro.

Anécdota de hoy… Solo falta una etapa final para que el sueño que empezó con Don José, y que tardó unos años en cristalizarse, por fin quede concluido, y hasta con la posibilidad de que un peleador mexicano se quede con el título si Brandon Mosqueda sale con la mano en alto.

Con mi papá fueron meses de trabajo, pero ya no pudo consolidar ese proyecto porque no le alcanzó el tiempo para lograr este Grand Prix, pero ahora estamos a unas semanas de hacerlo en su memoria.

Pero no solo eso, ya se está pensando en hacer la segunda edición, aunque de esos planes hablaremos después. Ahora estamos pensando en que este primer Grand Prix terminará de la mejor manera, estamos emocionados y preparando sorpresas para la etapa final, pues entregaremos trofeos especiales al mejor peleador, la mejor pelea, el mejor nocaut y otros. Todo por el proyecto que inició Don José.