Vivimos en una época en la que los cambios tecnológicos son escandalosamente continuos, simplemente no hay manera de estar al día con la demanda de innovación y creatividad para las nuevas generaciones. Esto impacta de una manera brutal casi todos los aspectos de nuestras vidas y es difícil de visualizar directamente lo que está pasando.
Por primera vez en 16 años, nuestro gran campeón Saúl “Canelo” Álvarez no será visto en televisión abierta cuando se enfrente a Terence Crawford este próximo 13 de septiembre en el estadio Allegiant de los Raiders de Las Vegas. Netflix será la plataforma exclusiva donde se podrá ver el combate a nivel mundial. ¿Es esto la evolución digital? ¿O es la revolución de esta plataforma tratando de aplastar a todos para posicionarse en el boxeo?
Televisión Azteca, “La Casa del Boxeo” como la bautizó mi papá cuando regresaron la televisión abierta para el pueblo de México en 2006, ha transmitido las últimas 21 peleas de Saúl. Antes, Saúl aparecía en las pantallas de Televisa. Esto no sucederá el 13. El pueblo mexicano se quedará privado de poder dar el grito de júbilo en esta tradicional fecha mexicana con el ídolo mexicano.
El boxeo ya pasó por estas andadas en la historia de la transformación de su transmisión. Inicialmente eran miles de personas en arenas y estadios, luego llegó la televisión y fue ahí el primer gran cambio, llevando las peleas a millones de aficionados. Esto eventualmente impactó la asistencia a las arenas por la comodidad de ver los eventos en televisión.
Dentro del modelo de televisión han existido también cambios importantes. De la televisión abierta (gratis) llegó la televisión por cable, o sea, por suscripción. Así, HBO, Showtime y ESPN lograron décadas de transmisión de los más importantes combates. Una modalidad muy atractiva fue implementar eventos de Circuito Cerrado, es decir, transmitir las peleas en arenas, estadios y centros de entretenimiento donde los aficionados pagaban por asistir para ver las peleas en vivo. Después llegó el Pago por Evento; los eventos se ponen en plataformas donde el aficionado tiene que pagar una cantidad para comprar la señal y así poder ver la pelea en casa.
La actualidad son las plataformas digitales, el famoso streaming. Entendiendo que la gran mayoría de los seres humanos vivimos con el celular en la mano, estas plataformas se han convertido en la evolución de cómo disfrutar de contenido.
La realidad es que la combinación de todas estas modalidades es la perfecta fórmula para el éxito. Si todas pudieran de alguna manera interactuar se lograría una increíble armonía para el beneficio del aficionado, quien en realidad es el dueño de toda programación y contenido.
Ojalá Netflix reflexionara y accediera a que el evento más importante del boxeo en los últimos años sea visto en televisión abierta por el pueblo de México. La fórmula es muy sencilla: pasar en vivo por Netflix para todos aquellos que tienen dicha plataforma y, al terminar el clásico de fútbol entre América y Chivas, entrar en diferido para poder ver ese gran combate. ¡Qué gran fiesta mexicana sería!
Vivimos en un mundo donde la anarquía domina, el respeto al orden y a las instituciones con estructura sólida son amenazados por el libertinaje. Recientemente, sucedió una tragedia en el boxeo al morir dos peleadores que combatieron en la misma cartelera en Japón. Esto nos llevó a revisar intensamente todos los planes de cómo se puede hacer el boxeo más seguro para quienes suben al ring. En este proceso de revisión e implementación de protocolos de seguridad nos hemos encontrado con la realidad del mundo de hoy: la sociedad está sedienta de sangre y agresividad.
Existen una cantidad de eventos que rayan en la brutalidad, el salvajismo y que son hasta inhumanos. No son deportes, son actividades sociales donde coinciden aficionados desequilibrados a los que les gusta ver estos espectáculos grotescos.
El boxeo ha hecho todo lo imaginable para poder bajar el riesgo y para ser un deporte seguro, regulado y serio, y ahora vemos todas estas actividades como el Boxeo sin Guantes (Bare Knuckle Boxing), Boxeo Sucio (Dirty Boxing), las competencias de cachetadas (Power Slap), Vale todo, Clandestino y una cantidad increíble de variaciones que son inaceptables.
El Consejo Mundial de Boxeo jamás se rendirá en su búsqueda de nuevas reglas y procedimientos para proteger al boxeador y no se doblegará ante la popularidad, los ratings ni los intereses comerciales de los promotores. Es como si la NFL diera marcha atrás a sus reglas implementadas recientemente para proteger al mariscal de campo o las reglas tan estrictas contra golpes ilegales que eran tan comunes por tantos años y que llevaron a lesiones graves a tanto jugador.
¿Sabías que… ? por más increíble que parezca, hay quienes buscan que las mujeres combatan rounds de 3 minutos con el único propósito de tener un “producto” para la televisión? El WBC ha luchado por décadas para dignificar el boxeo femenil y por lo mismo se tienen reglas para su protección, y ha sido un caso de éxito rotundo pues los hechos lo prueban así.
Anécdota de hoy… Mi papá, José Sulaimán, tuvo como uno de sus grandes retos lograr que las mujeres consiguieran su lugar en el boxeo. Su admiración por la mujer pugilista se alimentó de ver a grandes “damitas”, como él las llamaba, sacrificarse y esforzarse al máximo para lograr encontrar su lugar en el boxeo profesional. Recuerdo una declaración que hizo en un tradicional Martes de Café: “Quienes se suben al ring, hombre o mujer, están dispuestos a hacer lo que sea necesario para llegar a ser alguien en la vida, son guerreros implacables, con un sentido de orgullo y valentía que los lleva al límite y están dispuestos a todo. Claro que un hombre puede pelear 15 rounds, antes peleaban 30, 45 o hasta la muerte; claro que una mujer puede pelear rounds de 3 minutos o 12 rounds, el precio que se paga es muy caro para los atletas, ponen en riesgo su vida o la calidad de vida después de sus años en el ring”.