Las malas actuaciones con las que ha arrancado la selección mexicana su preparación para la Copa del Mundo de Qatar 2022 han encendido las alarmas de los fanáticos y la prensa.

La goleada ante Uruguay y el empate sin goles frente a Ecuador desatan el pesimismo, pues parece indicar que la actuación del Tricolor en el Mundial será desastrosa y no se avanzará de la fase de grupos. Sin embargo, desde el mismo seno tricolor se llama a la calma: “cuando llegue la hora de la verdad, vamos a contagiarlos y sumarlos a lo que venimos haciendo, hablar de ganar los tres juegos amistosos no significa que ganaremos el Mundial”, dijo de manera tajante Guillermo Ochoa, capitán del conjunto mexicano.

Y es que hay que recordar que no siempre a México le ha ido bien en sus amistosos para una Copa del Mundo. Hay un antecedente que invita a la cautela.

El recuerdo de Francia 98:
Uno de los procesos que más desató el pesimismo previo a un Mundial fue en 1998. Antes de que iniciara la Copa del Mundo en Francia, el equipo dirigido por Manuel Lapuente disputó ocho duelos de corte amistoso y de preparación con saldo de tres triunfos, tres empates y dos derrotas, donde el funcionamiento no fue el esperado, motivo por el cual se creía que el Tricolor regresaría sin pasar de la fase de Grupos, pero la realidad fue distinta a las expectativas, incluso se podría decir que se superaron.

El primer enfrentamiento amistoso del conjunto azteca fue ante Holanda, selección a la que enfrentaría en la fase de grupos. El resultado del duelo de preparación fue un decoroso 3-2, y es que el 24 de febrero de 1998 México no resistió los embates de los Países Bajos y en seis minutos aquel duelo parecería que culminaría en una ‘masacre’.

Patrick Kluivert se despachó con un doblete (15’ y 19’), mientras Wim Jonk marcaba el tercero al minuto 21’.

Holanda bajó la intensidad y realizó cambios para el complemento, lo que le permitió a la selección mexicana hacer decoroso el marcador con goles de Juan Francisco Palencia (65’) y Alberto García Aspe (73’). Luego de esta dolorosa derrota, el 18 de marzo el Tri midió fuerzas ante Paraguay, con quien lograron recuperar el ánimo, pues empataron 1-1. El 15 de abril, México se enfrentó a Perú en el Coliseo Memorial de Los Ángeles, donde gracias a un gol de Luis Matador Hernández, quien hizo efectivo un cobro de penalti al minuto 75’, el conjunto azteca se llevó la victoria, un envión anímico para su siguiente encuentro, donde el Tricolor goleó a Estonia por 6-0.

Las anotaciones fueron obra de un hat-trick de Luis Hernández, un doblete de Jaime Ordiales, Alberto García Aspe cerró la cuenta Luego de la goleada, México se enfrentaría a una modesta selección de Noruega, la cual le hizo ver su suerte a los mexicanos, quienes se fueron goleados 5-2, encendiendo de nueva cuenta las alarmas en el cuadro de Manuel Lapuente. Tras este duro descalabro que puso en jaque al combinado nacional se presentó el duelo ante Irlanda en el cual se mejoró, pero fue un empate sin goles. Para levantar el ánimo el 31 de mayo, México se enfrentó a su similar de Japón, a quien doblegó 2-1 con goles de Luis Hernández y Alberto García Aspe. El tanto de los nipones cayó debido a un grave error de Jorge Campos, a quien se le escurrió el balón de las manos. Para cerrar su preparación el 3 de junio México se midió a Arabia Saudita con quien igualó sin goles.

Todo cambió en el Mundial:

Estos duelos dejaron un amargo sabor de boca, el cual desapareció en la primera ronda del Mundial, donde avanzaron a Octavos de Final como segundos del Grupo E, el cual empezaron goleando 1-3 a Corea del Sur, posteriormente empataron 2-2 ante Bélgica y su tercer duelo lo empató de ‘milagro’ ante Holanda.
Ya en la siguiente fase, México tuvo todo para eliminar a Alemania, pero el conjunto azteca perdonó y terminó cayendo 2-1. Con estos antecedentes existe un destello de esperanza de que México tenga una participación decorosa en Qatar 2022.