lo lejos se ven las refinerías y, más allá, se ven unos edificios de color blanco con vivos azules. Es el Infonavit de Qatar, apodado así por los cientos de mexicanos que los rentaron como estancia para la Copa del Mundo, algunos con camas de base de metal, todos con cocina compartida, “como casas de interés social, pero suficiente para vivir la aventura del Mundial”, asegura uno de los aficionados del país azteca que está hospedado ahí.
“La verdad tenías otras expectativas, pensé que estaba más feo, pero si piensas que sólo es para dormir, el costo beneficio está perfecto”, comentó Johnny, de Morelia, Michoacán, uno de los actuales habitantes del Infonavit de Qatar.
“Es como atravesar el desierto”, dice otro de los inquilinos de los Cluster de Barwa Barath Al Janoub, en las periferias de Qatar, el nombre oficial del lugar. Lo del desierto es porque para llegar hay que tomar metro y luego camión, gratuitos durante el Mundial, pasar por una especie de carretera, en algunas partes con refinerías y arena como única vista.
“Me trajeron a la fuerza, mi cuñado me trajo. Están cómodas para lo que venimos, queríamos disfrutar el Mundial, son para dormir y sirven para lo que queremos”, contó Ángel Martínez.
Los Cluster se agotaron de inmediato. Los precios de los departamentos que hay en el Infonavit del desierto iban desde los 80 hasta los 160 dólares, dependía de las amenidades que quisieras, como tener TV o cama con colchón tan “delgado como si fuera una tortilla”, dice otro de los que se quedaron ahí.
“Mi habitación es un cuarto de dos por dos, las camas son de fierro y medio truena en la noche, tenemos agua caliente, con eso la armamos para bañarnos”, describió Johnny.
Ahí, se concentra gran parte de los mexicanos que están llegando al Mundial, algunos dicen que hay “hasta ratones o animales por ahí”, pero otros aseguran que “esos son mitos, está lleno de trampas para evitar ese tipo de animales”.
Se construyeron en los últimos cuatro años, especialmente para el Mundial, pero algunos se quedaron sin terminar y ofrecieron, a los que habían rentado esos cuartos, una mejor ubicación.
El Infonavit del Desierto se ha convertido en una sucursal de México, a pesar que también hay argentinos, ecuatorianos y aficionados de otras partes del planeta, pero “ya lo ven, ya lo ven, México es local otra vez”.