Los Lions tuvieron su revancha ante San Francisco.
Ahora no hubo decisiones controversiales, sino un plan de juego bien ejecutado por parte de los pupilos de Dan Campbell que vencieron 40-34 a San Francisco y se mantienen con la esperanza de ser el mejor sembrado de la Conferencia Nacional.
Detroit se ha sobrepuesto a una infinidad de lesiones, más que nada en el lado defensivo, y aun así siguen luciendo sólidos en la defensa con un Kerby Joseph líder en intercepciones con 9.
En el lado ofensivo es como un reloj suizo, cada jugador desempeña su trabajo de la mejor manera y todos aparte su granito de arena para que ser una de las unidades más temidas en la NFL. Cuando no aparece Amon-Ra St. Brown, lo hace Sam Laporta y cuando no está David Montgomery, Jahmyr Gibbs toma la batuta en el ataque terrestre.
No hay duda de que los Lions son el equipo a vencer en la Nacional, pero la siguiente semana deberán de demostrarlo en el partido estelar enfrentando a los Vikings, que han sido la revelación con Sam Darnold en los controles, para conseguir la mejor siembra de la Conferencia.
En las acciones del partido, los 49ers lucieron con buen ritmo en la primera mitad anotando touchdown en sus primeras tres posesiones, sin embargo, Jake Moody falló un gol de campo en los segundos finales del segundo cuarto que hubieran puesto 11 puntos de ventaja.
Ya para el tercer y cuarto periodo los Lions despertaron con un Jared Goff acumulando 303 yardas por la vía aérea con tres pases de anotación y por tierra Gibbs añadió 117 yardas en 18 acarreos y un touchdown.
Moody volvió a errar un intento de 58 yardas en el último cuarto y por si fuera poco también falló un punto extra, siete puntos que hubieran significado la victoria de San Francisco.
La próxima semana los 49ers tratarán de cerrar de forma digna la campaña en su visita a Arizona.